Al menos tres regiones de Bolivia endurecieron y ampliaron la cuarentena contra el nuevo coronavirus, anticipándose de nuevo a la decisión del Gobierno de facto sobre una prolongación del estado de emergencia.
El gobernador del departamento altiplánico de Oruro, Zenón Pizarro, aseguró que han decidido no solo reforzar los controles para impedir la circulación de vehículos y personas, sino también ampliar la cuarentena en la región por lo menos hasta el 30 de abril.
El anuncio del líder del distrito surgió horas antes de que el Gobierno de facto de Jeanine Áñez confirmara que debatirá el 14 de abril la eventual ampliación de la cuarentena nacional, prevista hasta el 15.
Asimismo, en los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba, al sureste de La Paz, cuatro ciudades menores estaban en situación de «encapsulamiento» o aislamiento total y se completaban planes de militarización del control interno.
Mientras esto sucede, el Gobierno de Áñez enfrenta también dificultades de abastecimiento de alimentos para la población y de logística en el sistema de salud. También, se le dificulta el pago de bonos de alivio para parte de la ciudadanía lo que provoca grandes aglomeraciones en mercados y bancos.
En este ambiente, la autoproclamada presidenta reunirá el 14 de abril a su gabinete para decidir el futuro de la lucha contra el nuevo coronavirus, según adelantó el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría.
«En el gabinete se escucharán los informes de todos los ministerios que están trabajando en todos los departamentos y una vez que se evalúe aquello será la propia presidenta la que hará los anuncios necesarios», dijo.
Desde fines de febrero, el Gobierno desplazó a los ministros a los nueve departamentos de Bolivia como responsables de la lucha contra la Covid-19. La semana pasada designó a enviados especiales con la misión de «coordinar» con las secretarías departamentales de salud.