El Gobierno de Venezuela ha denunciado este jueves una nueva arremetida de Estados Unidos (EE.UU.), en medio de la crisis sanitaria mundial por la pandemia del coronavirus, a través de otra modalidad de golpe de Estado «sobre la base de acusaciones miserables, vulgares e infundadas», refiere en un comunicado.
El Departamento de Estado de EE.UU. publicó en su portal web una denuncia contra autoridades del Gobierno constitucional venezolano por supuestos vínculos con el narcotráfico, específicamente, el mandatario Nicolás Maduro; y el presidente de las Asamblea Nacional de Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, entre otros.
Según la declaración del secretario de Estado, Mike Pompeo, el Gobierno de su país está comprometido a «ayudar» al pueblo venezolano a «restaurar» su democracia. Sin embargo, EE.UU. ha sido uno de los principales actores en los planes terroristas, denunciados por las autoridades venezolanas, para generar desestabilización y violencia en la nación suramericana.
Las autoridades venezolanas han denunciado una nueva modalidad de golpe de Estado por parte del Gobierno estadounidense ante la situación de pandemia por el coronavirus.
El Gobierno de Venezuela ha denunciado este jueves una nueva arremetida de Estados Unidos (EE.UU.), en medio de la crisis sanitaria mundial por la pandemia del coronavirus, a través de otra modalidad de golpe de Estado «sobre la base de acusaciones miserables, vulgares e infundadas», refiere en un comunicado.
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Venezuela denuncia acusaciones infundadas de EE.UU. generadas en medio de pandemia
El Departamento de Estado de EE.UU. publicó en su portal web una denuncia contra autoridades del Gobierno constitucional venezolano por supuestos vínculos con el narcotráfico, específicamente, el mandatario Nicolás Maduro; y el presidente de las Asamblea Nacional de Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, entre otros.
Según la declaración del secretario de Estado, Mike Pompeo, el Gobierno de su país está comprometido a «ayudar» al pueblo venezolano a «restaurar» su democracia. Sin embargo, EE.UU. ha sido uno de los principales actores en los planes terroristas, denunciados por las autoridades venezolanas, para generar desestabilización y violencia en la nación suramericana.
¿Relaciones con el narcotráfico?
EE.UU. asegura que integrantes del Gobierno venezolano forman parte de un supuesto cartel dedicado al narcotráfico, que sostenía «negocios» con el exgrupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), actualmente un partido político, desde el año 1999 hasta la fecha.
Pese a estas afirmaciones, el actual jefe de Estado venezolano y el presidente de la ANC se encontraban cumpliendo las funciones correspondientes a los respectivos cargos ejercidos en aquella época.
Para 1999, el presidente Maduro fue coordinador de los parlamentarios del Bloque del Cambio en la Asamblea Nacional (AN); diputado al Congreso de la República, desde el 23 de enero al 15 de diciembre; miembro de la ANC entre agosto de 1999 y enero del 2000; presidente de su Comisión de Participación Ciudadana e integrante de la Comisión de lo Económico y Social; y elegido como diputado principal por el Distrito Federal entre el 2000 y 2005.
Las autoridades venezolanas han denunciado una nueva modalidad de golpe de Estado por parte del Gobierno estadounidense ante la situación de pandemia por el coronavirus.
El Gobierno de Venezuela ha denunciado este jueves una nueva arremetida de Estados Unidos (EE.UU.), en medio de la crisis sanitaria mundial por la pandemia del coronavirus, a través de otra modalidad de golpe de Estado «sobre la base de acusaciones miserables, vulgares e infundadas», refiere en un comunicado.
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Según la declaración del secretario de Estado, Mike Pompeo, el Gobierno de su país está comprometido a «ayudar» al pueblo venezolano a «restaurar» su democracia. Sin embargo, EE.UU. ha sido uno de los principales actores en los planes terroristas, denunciados por las autoridades venezolanas, para generar desestabilización y violencia en la nación suramericana.
¿Relaciones con el narcotráfico?
EE.UU. asegura que integrantes del Gobierno venezolano forman parte de un supuesto cartel dedicado al narcotráfico, que sostenía «negocios» con el exgrupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), actualmente un partido político, desde el año 1999 hasta la fecha.
Pese a estas afirmaciones, el actual jefe de Estado venezolano y el presidente de la ANC se encontraban cumpliendo las funciones correspondientes a los respectivos cargos ejercidos en aquella época.
Para 1999, el presidente Maduro fue coordinador de los parlamentarios del Bloque del Cambio en la Asamblea Nacional (AN); diputado al Congreso de la República, desde el 23 de enero al 15 de diciembre; miembro de la ANC entre agosto de 1999 y enero del 2000; presidente de su Comisión de Participación Ciudadana e integrante de la Comisión de lo Económico y Social; y elegido como diputado principal por el Distrito Federal entre el 2000 y 2005.
Por su parte, Cabello se desempeñó como el director general de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), entre 1999 y 2000; fue ministro de la Secretaría de la Presidencia en 2001; vicepresidente del país en 2002, cuando ocurrió el golpe de Estado contra el comandante Hugo Chávez. Además, entre 2002 y 2003 dirigió el Ministerio de Interior y Justicia; mientras que de 2003 a 2004 pasó al Ministerio de Infraestructura.
Con respecto a las relaciones con el ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), Venezuela ha participado como un mediador y colaborador que respaldó el proceso de diálogo y la firma de los Acuerdos de Paz.
Durante el Gobierno del comandante Hugo Chávez, Venezuela fue mediador en 2008 para lograr la liberación de varias personas retenidas por las FARC-EP, como lo fueron la excandidata presidencial Íngrid Betancourt, la excandidata vicepresidencial Clara Rojas, y la excongresista Consuelo González, luego que el ahora exgrupo insurgente le facilitara las coordenadas para cumplir con la palabra dada.
Colombia, EE.UU. y las drogas
El fiscal general de EE.UU., William Barr, presentó las acusaciones por estos supuestos vínculos con el narcotráfico contra el mandatario venezolano y otras 14 personas en tribunales de su país. Por su parte, fiscal del distrito sur de Nueva York, Geoffrey Berman, indicó que el objetivo fue «inundar a EE.UU. con cocaína para socavar la salud y el bienestar del país».
Sin embargo, en abril de 2019, el propio presidente estadounidense Donald Trump cuestionó la gestión de Duque en la lucha contra el narcotráfico, enfatizando que «hay más drogas que salen de Colombia que antes que él (Duque) fuese presidente. Así que no ha hecho nada por nosotros».
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por su sigla en inglés) reveló en 2019, durante su reporte anual sobre la producción mundial de cocaína, que Colombia ha roto récord en el incremento de la fabricación de esta droga, representanto del 70 por ciento de su generación.
Asimismo, el informe precisó que de los 18,1 millones de consumidores de cocaína en el mundo, EE.UU. tiene la mayor tasa de consumo.
Las autoridades venezolanas han denunciado una nueva modalidad de golpe de Estado por parte del Gobierno estadounidense ante la situación de pandemia por el coronavirus.
El Gobierno de Venezuela ha denunciado este jueves una nueva arremetida de Estados Unidos (EE.UU.), en medio de la crisis sanitaria mundial por la pandemia del coronavirus, a través de otra modalidad de golpe de Estado «sobre la base de acusaciones miserables, vulgares e infundadas», refiere en un comunicado.
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Según la declaración del secretario de Estado, Mike Pompeo, el Gobierno de su país está comprometido a «ayudar» al pueblo venezolano a «restaurar» su democracia. Sin embargo, EE.UU. ha sido uno de los principales actores en los planes terroristas, denunciados por las autoridades venezolanas, para generar desestabilización y violencia en la nación suramericana.
¿Relaciones con el narcotráfico?
EE.UU. asegura que integrantes del Gobierno venezolano forman parte de un supuesto cartel dedicado al narcotráfico, que sostenía «negocios» con el exgrupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), actualmente un partido político, desde el año 1999 hasta la fecha.
Pese a estas afirmaciones, el actual jefe de Estado venezolano y el presidente de la ANC se encontraban cumpliendo las funciones correspondientes a los respectivos cargos ejercidos en aquella época.
Para 1999, el presidente Maduro fue coordinador de los parlamentarios del Bloque del Cambio en la Asamblea Nacional (AN); diputado al Congreso de la República, desde el 23 de enero al 15 de diciembre; miembro de la ANC entre agosto de 1999 y enero del 2000; presidente de su Comisión de Participación Ciudadana e integrante de la Comisión de lo Económico y Social; y elegido como diputado principal por el Distrito Federal entre el 2000 y 2005.
Por su parte, Cabello se desempeñó como el director general de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), entre 1999 y 2000; fue ministro de la Secretaría de la Presidencia en 2001; vicepresidente del país en 2002, cuando ocurrió el golpe de Estado contra el comandante Hugo Chávez. Además, entre 2002 y 2003 dirigió el Ministerio de Interior y Justicia; mientras que de 2003 a 2004 pasó al Ministerio de Infraestructura.
Con respecto a las relaciones con el ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), Venezuela ha participado como un mediador y colaborador que respaldó el proceso de diálogo y la firma de los Acuerdos de Paz.
Durante el Gobierno del comandante Hugo Chávez, Venezuela fue mediador en 2008 para lograr la liberación de varias personas retenidas por las FARC-EP, como lo fueron la excandidata presidencial Íngrid Betancourt, la excandidata vicepresidencial Clara Rojas, y la excongresista Consuelo González, luego que el ahora exgrupo insurgente le facilitara las coordenadas para cumplir con la palabra dada.
Colombia, EE.UU. y las drogas
El fiscal general de EE.UU., William Barr, presentó las acusaciones por estos supuestos vínculos con el narcotráfico contra el mandatario venezolano y otras 14 personas en tribunales de su país. Por su parte, fiscal del distrito sur de Nueva York, Geoffrey Berman, indicó que el objetivo fue «inundar a EE.UU. con cocaína para socavar la salud y el bienestar del país».
Sin embargo, en abril de 2019, el propio presidente estadounidense Donald Trump cuestionó la gestión de Duque en la lucha contra el narcotráfico, enfatizando que «hay más drogas que salen de Colombia que antes que él (Duque) fuese presidente. Así que no ha hecho nada por nosotros».
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por su sigla en inglés) reveló en 2019, durante su reporte anual sobre la producción mundial de cocaína, que Colombia ha roto récord en el incremento de la fabricación de esta droga, representanto del 70 por ciento de su generación.
Asimismo, el informe precisó que de los 18,1 millones de consumidores de cocaína en el mundo, EE.UU. tiene la mayor tasa de consumo.
Por su parte, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por su sigla en inglés) refiere en su portal web que, de acuerdo con los datos obtenidos durante el monitoreo del tráfico de drogas del Gobierno estadounidense, «Venezuela no es un país de tránsito primario para la cocaína con destino a EE.UU.».
EE.UU. es el epicentro del coronavirus
La nueva pandemia del coronavirus, identificado como Covid-19, ha provocado una crisis sanitaria mundial por su rapidez al expandirse y que, desde que surgió en la localidad china de Wuhan en diciembre de 2019, ha dejado hasta el momento 520.000 casos confirmados y 23.500 muertes en el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el epicentro del contagio, que se encontraba previamente en Italia con 80.539 casos positivos y 8.165 fallecidos, podría trasladarse a EE.UU., país que lidera las cifras mundiales con 82.404 contagiados y 1.070 muertos por el virus.
Las autoridades venezolanas han denunciado una nueva modalidad de golpe de Estado por parte del Gobierno estadounidense ante la situación de pandemia por el coronavirus.
El Gobierno de Venezuela ha denunciado este jueves una nueva arremetida de Estados Unidos (EE.UU.), en medio de la crisis sanitaria mundial por la pandemia del coronavirus, a través de otra modalidad de golpe de Estado «sobre la base de acusaciones miserables, vulgares e infundadas», refiere en un comunicado.
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Según la declaración del secretario de Estado, Mike Pompeo, el Gobierno de su país está comprometido a «ayudar» al pueblo venezolano a «restaurar» su democracia. Sin embargo, EE.UU. ha sido uno de los principales actores en los planes terroristas, denunciados por las autoridades venezolanas, para generar desestabilización y violencia en la nación suramericana.
¿Relaciones con el narcotráfico?
EE.UU. asegura que integrantes del Gobierno venezolano forman parte de un supuesto cartel dedicado al narcotráfico, que sostenía «negocios» con el exgrupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), actualmente un partido político, desde el año 1999 hasta la fecha.
Pese a estas afirmaciones, el actual jefe de Estado venezolano y el presidente de la ANC se encontraban cumpliendo las funciones correspondientes a los respectivos cargos ejercidos en aquella época.
Para 1999, el presidente Maduro fue coordinador de los parlamentarios del Bloque del Cambio en la Asamblea Nacional (AN); diputado al Congreso de la República, desde el 23 de enero al 15 de diciembre; miembro de la ANC entre agosto de 1999 y enero del 2000; presidente de su Comisión de Participación Ciudadana e integrante de la Comisión de lo Económico y Social; y elegido como diputado principal por el Distrito Federal entre el 2000 y 2005.
Por su parte, Cabello se desempeñó como el director general de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), entre 1999 y 2000; fue ministro de la Secretaría de la Presidencia en 2001; vicepresidente del país en 2002, cuando ocurrió el golpe de Estado contra el comandante Hugo Chávez. Además, entre 2002 y 2003 dirigió el Ministerio de Interior y Justicia; mientras que de 2003 a 2004 pasó al Ministerio de Infraestructura.
Con respecto a las relaciones con el ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), Venezuela ha participado como un mediador y colaborador que respaldó el proceso de diálogo y la firma de los Acuerdos de Paz.
Durante el Gobierno del comandante Hugo Chávez, Venezuela fue mediador en 2008 para lograr la liberación de varias personas retenidas por las FARC-EP, como lo fueron la excandidata presidencial Íngrid Betancourt, la excandidata vicepresidencial Clara Rojas, y la excongresista Consuelo González, luego que el ahora exgrupo insurgente le facilitara las coordenadas para cumplir con la palabra dada.
Colombia, EE.UU. y las drogas
El fiscal general de EE.UU., William Barr, presentó las acusaciones por estos supuestos vínculos con el narcotráfico contra el mandatario venezolano y otras 14 personas en tribunales de su país. Por su parte, fiscal del distrito sur de Nueva York, Geoffrey Berman, indicó que el objetivo fue «inundar a EE.UU. con cocaína para socavar la salud y el bienestar del país».
Sin embargo, en abril de 2019, el propio presidente estadounidense Donald Trump cuestionó la gestión de Duque en la lucha contra el narcotráfico, enfatizando que «hay más drogas que salen de Colombia que antes que él (Duque) fuese presidente. Así que no ha hecho nada por nosotros».
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por su sigla en inglés) reveló en 2019, durante su reporte anual sobre la producción mundial de cocaína, que Colombia ha roto récord en el incremento de la fabricación de esta droga, representanto del 70 por ciento de su generación.
Asimismo, el informe precisó que de los 18,1 millones de consumidores de cocaína en el mundo, EE.UU. tiene la mayor tasa de consumo.
Por su parte, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por su sigla en inglés) refiere en su portal web que, de acuerdo con los datos obtenidos durante el monitoreo del tráfico de drogas del Gobierno estadounidense, «Venezuela no es un país de tránsito primario para la cocaína con destino a EE.UU.».
EE.UU. es el epicentro del coronavirus
La nueva pandemia del coronavirus, identificado como Covid-19, ha provocado una crisis sanitaria mundial por su rapidez al expandirse y que, desde que surgió en la localidad china de Wuhan en diciembre de 2019, ha dejado hasta el momento 520.000 casos confirmados y 23.500 muertes en el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el epicentro del contagio, que se encontraba previamente en Italia con 80.539 casos positivos y 8.165 fallecidos, podría trasladarse a EE.UU., país que lidera las cifras mundiales con 82.404 contagiados y 1.070 muertos por el virus.
Ante los daños ocasionados por esta pandemia en varios países, desde inicios de este año, fue el pasado 13 de marzo cuando Trump decretó el estado de emergencia, así como otras medidas tardías para intentar contener el contagio, lo que no ha conseguido, particulamente, en la ciudad de Nueva York, donde se han reportado más de 37.000 casos y 385 muertes.
¿Plan para ocultar una mala gestión?
Las autoridades venezolanas han enfatizado que esta nueva arremetida del Gobierno estadounidense tiene como fin desviar la atención de la mala gestión emprendida por la Administración de Trump en la prevención de los contagios por Covid-19.
Esta estrategia se implementa luego de los reiterados intentos fallidos de sectores de la oposición para propiciar un cambio de Gobierno por vías no democráticas, como la autoproclamación no constitucional del diputado Juan Guaidó; los llamados a la calle que no reciben la respuesta esperada por sus seguidores; planes de golpe de Estado frustrados y acciones descubiertas para desestabilizar al país.
Las autoridades venezolanas han denunciado una nueva modalidad de golpe de Estado por parte del Gobierno estadounidense ante la situación de pandemia por el coronavirus.
El Gobierno de Venezuela ha denunciado este jueves una nueva arremetida de Estados Unidos (EE.UU.), en medio de la crisis sanitaria mundial por la pandemia del coronavirus, a través de otra modalidad de golpe de Estado «sobre la base de acusaciones miserables, vulgares e infundadas», refiere en un comunicado.
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El Departamento de Estado de EE.UU. publicó en su portal web una denuncia contra autoridades del Gobierno constitucional venezolano por supuestos vínculos con el narcotráfico, específicamente, el mandatario Nicolás Maduro; y el presidente de las Asamblea Nacional de Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, entre otros.
Según la declaración del secretario de Estado, Mike Pompeo, el Gobierno de su país está comprometido a «ayudar» al pueblo venezolano a «restaurar» su democracia. Sin embargo, EE.UU. ha sido uno de los principales actores en los planes terroristas, denunciados por las autoridades venezolanas, para generar desestabilización y violencia en la nación suramericana.
¿Relaciones con el narcotráfico?
EE.UU. asegura que integrantes del Gobierno venezolano forman parte de un supuesto cartel dedicado al narcotráfico, que sostenía «negocios» con el exgrupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), actualmente un partido político, desde el año 1999 hasta la fecha.
Pese a estas afirmaciones, el actual jefe de Estado venezolano y el presidente de la ANC se encontraban cumpliendo las funciones correspondientes a los respectivos cargos ejercidos en aquella época.
Para 1999, el presidente Maduro fue coordinador de los parlamentarios del Bloque del Cambio en la Asamblea Nacional (AN); diputado al Congreso de la República, desde el 23 de enero al 15 de diciembre; miembro de la ANC entre agosto de 1999 y enero del 2000; presidente de su Comisión de Participación Ciudadana e integrante de la Comisión de lo Económico y Social; y elegido como diputado principal por el Distrito Federal entre el 2000 y 2005.
Por su parte, Cabello se desempeñó como el director general de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), entre 1999 y 2000; fue ministro de la Secretaría de la Presidencia en 2001; vicepresidente del país en 2002, cuando ocurrió el golpe de Estado contra el comandante Hugo Chávez. Además, entre 2002 y 2003 dirigió el Ministerio de Interior y Justicia; mientras que de 2003 a 2004 pasó al Ministerio de Infraestructura.
Con respecto a las relaciones con el ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), Venezuela ha participado como un mediador y colaborador que respaldó el proceso de diálogo y la firma de los Acuerdos de Paz.
Durante el Gobierno del comandante Hugo Chávez, Venezuela fue mediador en 2008 para lograr la liberación de varias personas retenidas por las FARC-EP, como lo fueron la excandidata presidencial Íngrid Betancourt, la excandidata vicepresidencial Clara Rojas, y la excongresista Consuelo González, luego que el ahora exgrupo insurgente le facilitara las coordenadas para cumplir con la palabra dada.
Colombia, EE.UU. y las drogas
El fiscal general de EE.UU., William Barr, presentó las acusaciones por estos supuestos vínculos con el narcotráfico contra el mandatario venezolano y otras 14 personas en tribunales de su país. Por su parte, fiscal del distrito sur de Nueva York, Geoffrey Berman, indicó que el objetivo fue «inundar a EE.UU. con cocaína para socavar la salud y el bienestar del país».
Sin embargo, en abril de 2019, el propio presidente estadounidense Donald Trump cuestionó la gestión de Duque en la lucha contra el narcotráfico, enfatizando que «hay más drogas que salen de Colombia que antes que él (Duque) fuese presidente. Así que no ha hecho nada por nosotros».
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por su sigla en inglés) reveló en 2019, durante su reporte anual sobre la producción mundial de cocaína, que Colombia ha roto récord en el incremento de la fabricación de esta droga, representanto del 70 por ciento de su generación.
Asimismo, el informe precisó que de los 18,1 millones de consumidores de cocaína en el mundo, EE.UU. tiene la mayor tasa de consumo.
Por su parte, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por su sigla en inglés) refiere en su portal web que, de acuerdo con los datos obtenidos durante el monitoreo del tráfico de drogas del Gobierno estadounidense, «Venezuela no es un país de tránsito primario para la cocaína con destino a EE.UU.».
EE.UU. es el epicentro del coronavirus
La nueva pandemia del coronavirus, identificado como Covid-19, ha provocado una crisis sanitaria mundial por su rapidez al expandirse y que, desde que surgió en la localidad china de Wuhan en diciembre de 2019, ha dejado hasta el momento 520.000 casos confirmados y 23.500 muertes en el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el epicentro del contagio, que se encontraba previamente en Italia con 80.539 casos positivos y 8.165 fallecidos, podría trasladarse a EE.UU., país que lidera las cifras mundiales con 82.404 contagiados y 1.070 muertos por el virus.
Ante los daños ocasionados por esta pandemia en varios países, desde inicios de este año, fue el pasado 13 de marzo cuando Trump decretó el estado de emergencia, así como otras medidas tardías para intentar contener el contagio, lo que no ha conseguido, particulamente, en la ciudad de Nueva York, donde se han reportado más de 37.000 casos y 385 muertes.
¿Plan para ocultar una mala gestión?
Las autoridades venezolanas han enfatizado que esta nueva arremetida del Gobierno estadounidense tiene como fin desviar la atención de la mala gestión emprendida por la Administración de Trump en la prevención de los contagios por Covid-19.
Esta estrategia se implementa luego de los reiterados intentos fallidos de sectores de la oposición para propiciar un cambio de Gobierno por vías no democráticas, como la autoproclamación no constitucional del diputado Juan Guaidó; los llamados a la calle que no reciben la respuesta esperada por sus seguidores; planes de golpe de Estado frustrados y acciones descubiertas para desestabilizar al país.
Un comunicado del Gobierno venezolano, leído por el canciller Jorge Arreaza, denuncia una nueva modalidad de golpe de Estado a través de falsas acusaciones por supuestos vínculos con el narcotráfico, que realmente busca crear el escenario para impulsar acciones de violencia e imponer sus intereses en la nación suramericana.
«El Gobierno de Donald Trump no acepta que, utilizando un modelo propio e inédito, el Gobierno de Nicolás Maduro esté logrando manejar adecuadamente las amenazas del Covid-19 frente al estrepitoso fracaso que en esta materia han demostrado las instituciones estadounidenses», precisa el texto.
Apenas fueron confirmados los dos primeros casos de Covid-19 en Venezuela, el pasado 13 de marzo, el presidente Maduro decretó una cuarentena social en seis estados y la capital, Caracas, que luego amplió a todo el país, lo que ha permitido que al momento solo se registren un fallecido, 107 contagidos y 31 personas recuperadas por este virus.