El Senado aprobó el proyecto del Gobierno por 41 a favor y 21 en contra. El oficialista Frente de Todos fundamentó el respaldo a la iniciativa con la necesidad de “hacer más equitativa la distribución de recursos” del sistema previsional y reducir la “gigantesca asimetría” que beneficia a jueces, fiscales y diplomáticos. En tanto, Juntos por el Cambio utilizó como argumento para sostener su voto negativo el reclamo de una revisión de todos los régimenes «especiales».
El recinto estuvo cruzado por una fuerte discusión política. Los legisladores de la alianza que gobernó hasta diciembre pasado afirmaron que el verdadero objetivo del proyecto era “el alineamiento partidario de la Justicia” para conseguir “impunidad y la revancha”.
Desde el FdT les reclamaron “un poquito de reflexión y humildad” a los legisladores que integraron un gobierno cuyo Presidente “intentó nombrar a dos jueces de la Corte Suprema por decreto”, que llevó adelante una “manipulación del sistema judicial asquerosa”; y que contrajo una deuda de 57 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que “no pasó por el Congreso”.
La ley sancionada por el Senado eleva del 11 al 18 por ciento el aporte que jueces y fiscales al sistema previsional general. Mantine como tasa de sustitución el 82 por ciento móvil, aunque el haber inicial de la jubilación se calculará sobre el promedio de las últimas 120 remuneraciones y no sobre el último sueldo como hasta ahora.
Además, la norma eleva la edad jubilatoria para los hombres que pasará de 60 a 65 años con una escala gradual que se completará en 2025, mientras que las mujeres del Poder Judicial mantendrán la edad jubilatoria de 60 años equiparada con el régimen general. En tanto, para los diplomáticos, la tasa de sustitución se reduce del 85 al 82 por ciento y también se calculará sobre la base del promedio de las últimas 120 remuneraciones actualizadas.
El presidente de la comisión de Trabajo y Seguridad Social y miembro informante del oficialismo, el pampeano Daniel Lovera, abrió el debate afirmando que «no se busca eliminar el carácter diferencial del régimen» sino que «sea consecuente con el esfuerzo que se hace a nivel general para una distribución de los recursos más equitativa». «Este proyecto debe ser analizado de manera integral, y con mirada solidaria y en el contexto tremendamente complejo en el que se encuentra hoy nuestro país», explicó el senador por La Pampa.
«Estos regímenes especiales tienen un déficit importante», insistió Lovera y consideró que el «sistema previsional pasó de ser un sistema solidario a ser un sistema tremendamente injusto», ya que existe «una gigantesca asimetría». Además, el pampeno reslató que «no se trata de una iniciativa aislada sino que es parte de un programa de gobierno» que tiene como premisa que «deje de ser la clase trabajadora la única que haga todos los esfuerzos en la Argentina».
Por su parte, el senador porteño Martín Lousteau defendió el dictamen de minoría de Juntos por el Cambio y reclamó la revisión de todos los regímenes especiales del sistema previsional. El economista radical sostuvo que los jueces y el Servicio Exterior tedría que pasar a formar parte del régimen previsional general, “si es que realmente queremos ser solidarios y atacar el problema de sustentabilidad que tiene el sistema”. Además, el senador opositor propuso que las jubilación de jueces y diplomáticos se calcule “como la de cualquier hijo de vecino”.
Lousteau (ex ministro de Economía y autor de la resolución 125), calificó el proyecto de “apresurado e improvisado”. Sostuvo que el proyecto fue una respuesta a un reclamo de la oposición luego que los diputados del oficialismo “escondieran” la decisión de no incluir a los jueces en la suspensión de la actualización automática de las jubilaciones.
La respuesta a los reclamos del economista llegó desde la banca del senador misionero y ex gobernador, Maurice Closs. “Llama la atención que la oposición que reclamó el proyecto y no dio el quórum para discutir la ley de Solidaridad Social, ahora va a votar en contra”, dijo y explicó; «los diputados del Frente de Todos no incluyeron a los jueces en la suspensión para evitar la judicialización de la ley». “Ustedes saben como actúa la Justicia”, les reprochó Closs a la oposición.
Por su parte, la radical jujeña Silvia Giacoppo acusó al oficialismo de querer “colonizar la justicia”. “Me sorprende la sobreactuación de republicanismo de la oposición”, replicó Anabel Fernández Sagasti. La senadora mendocina le recordó a los opositores, que fue Mauricio Macri “trató de imponer dos jueces de la Corte por decreto” y que el entonces oficialismo no esgrimió argumentos republicanos “cuando selló el acuerdo del FMI sin pasar por el Congreso”.
“Ahora repiten como mantra la consigna de que se quiere vaciar el poder judicial y colonizarlo” –insistió Sagasti y recordó que en su provincia el ex gobernador radical Alfredo Cornejo, nombró durante su mandato “100 jueces, un tercio de todos los magistrados de la provincia” para garantizarse no tener que atravesar los tribunales en su vuelta al llano.
El jefe del interbloque de senadores de JpC, Luis Naidenoff, sorprendió con un duro discurso contra una supuesta dualidad del Gobierno nacional y sus opiniones encontradas sobre distintos aspectos de la gestión y en especial con los “presos políticos”. “Usted va ganado por goleada”, chicaneó Naidenoff a Cristina Kirchner que presidía la sesión. Luego, el senador radical pasó a abundar sobre el proyecto para intervenir la justicia jujeña, CFK recogió el guante, lo interrumpió y le dijo que era una atribución de la presidencia advertir a un senador cuya intervención en el recinto se refiera a múltiples temas que nada tuvieran que ver con el proyecto en debate.
Naidenoff entonces cargó contra el proyecto. Lo tildó de “gatopardista” por no cambiar nada. Dijo ue la intención del proyecto es tener la “discreción del armado de los conjueces”. “Estamos discutiendo poder, como quedan las vacantes en la justicia porque quieren que responda a un alineamiento partidario: como justicia legítima”, sentenció el radical formoseño.
José Mayans, titular de la bancada del Frente de Todos, fue el encargado de cerrar el debate. Sostuvo que la Reparación Histórica “fue en realidad un blanqueo” que realizó el macrismo cuando la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo puso en jaque a las offshore: “Hay que blanquear, una idea generosa que con escaso impuesto se iba a volcar al sistema previsional. Toda una mentira”.
Mayans recordó que Cambiemos dejó un déficit en la Anses de 132 mil millones de pesos y de 632 mil millones en todo el sistema previsional. También le espetó a la bancada opositora “la asquerosa y vergonzosa manipulación del sistema judicial” y le cuestionó que “ahora les agarró un ataque de republicanismo de repente”.
La fuerte discusión política se dio en medio de un debate donde la suerte del proyecto estaba echada. Y el tablero electrónico de la votación lo ratificó.