Un misil de crucero acaba de ser probado por Estados Unidos, confirma un comunicado del Pentágono. El misil subió más de 500 kilómetros y alcanzó con éxito su objetivo al ser lanzado desde la isla San Nicolás (estado de California) y está diseñado para llevar una carga convencional, no nuclear.
El ensayo fue hecho días después que EE.UU. anunció su salida del Tratado INF, un acuerdo firmado en 1987 por la URSS y Estados Unidos con el objetivo de eliminar los misiles balísticos y de crucero con base en tierra con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros, tanto nucleares como convencionales.
Este acuerdo sobre la destrucción de proyectiles de alcance medio y corto quedó oficialmente cancelado el pasado 2 de agosto por iniciativa de EE.UU. El Pentágono anunció que comenzaría a desarrollar ese tipo de misiles con las ojivas convencionales que prohibía el Tratado INF.
El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, intentó justificar la retirada del acuerdo bilateral, aludiendo a una supuesta violación del tratado por parte de Rusia. Moscú asegura que no incumplió el acuerdo, pero Washington afirma que Rusia ha estado desarrollando en secreto misiles de alcance intermedio, en concreto, aquellos que, supuestamente, pueden ser lanzados desde sistemas de misiles tácticos Iskander-M, desplegados a lo largo de la frontera occidental del país.
Rusia asevera que EE.UU. no puede presentar ninguna prueba de estas conjeturas y reclama por el incumplimiento del Tratado INF por parte de EE.UU. Rusia denuncia el uso por parte de EE.UU. de misiles señuelos, de drones pesados de asalto y de la creación de los sistemas de defensa antimisiles Aegis Ashore en Europa y en otras partes del mundo, adaptados para lanzar misiles de medio alcance Tomahawk.