El candidato de Consenso Federal lo hizo a través de un video de cinco minutos, en el que reivindicó su rol de tercera posición ante «la polarización”, y llamó al Gobierno a decretar la emergencia sanitaria y alimentaria, además de pedir que se renegocie el acuerdo con el Fondo.
“Asumimos la gravedad del momento y queremos hacer nuestro aporte a la tranquilidad de la población”, dijo el ex ministro de Economía rodeado por Juan Manuel Urtubey, Matías Tombolini, Garciela Camaño y Miguel Lifschitz, entre otros.
Lavagna sostuvo que “el derrumbe de la polarización fue acompañado de una crisis” y que ahora “asistimos a volatilidad e inestabilidad en los mercados”, por lo cual decidió suspender la campaña al tiempo que invitó a “todos los candidatos a cancelar” las actividades proselitistas “hasta recuperar “la serenidad y la estabilidad”.
En otro pasaje, Lavagna aludió a la necesidad de declarar las emergencias alimentaria y sanitaria y dijo que “el Poder Ejecutivo debe convocar a gobernadores, intendentes y la sociedad civil”, además de garantizar que no falten alimentos y remedios.
También pidió como “medida de consenso”, recrear el Diálogo Argentino, con “la participación constructiva y solidaria de todos los sectores religiosos” y definió como “un buen instrumento” el Consejo para el Desarrollo Económico y Social “que le presentamos al presidente hace tres meses”.
Lavagna se refirió al acuerdo con el FMI y pidió que “se renegocie”, dado que “sus vencimientos son imposibles de cumplir sin imponer años de ajuste y sufrimiento”. Para eso, adujo, “debemos llegar a acuerdos básicos sobre el cumplimiento de los compromisos asumidos” para recuperar “confianza y previsibilidad”.
Por último, bregó por “una economía sana” que pemita tener “trabajo, consumo e inversión en un marco de justicia social”, para lo cual, dijo, se precisa “terminar con el flagelo de la inflación, la pobreza, el desempleo y la recesión” y puso a disposición del Gobierno sus equipos técnicos. Pidió “despejar dudas sobre nuestro futuro” y deseó que “nunca más dos extremos pugnen por la supremacía política en la Argentina, porque no tienen vocación de unidad nacional”.