Por:
Johana Gómez.
Referente provincial del PTS / Frente de Izquierda.
El domingo 24 de marzo se cumplen 43 años del golpe cívico – militar de 1976. A nivel nacional, la izquierda y el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVJ) saldrán a las calles en repudio a ese genocidio, a la represión e impunidad de ayer y hoy, al ajuste en curso impuesto por el FMI y ejecutado por Macri y las gobernaciones provinciales cómplices, y contra la injerencia imperialista en Venezuela y América Latina.
Al día de hoy, miles son los genocidas de aquella época que aun están libres en un país donde la Justicia nunca llegó para la amplia mayoría de sobrevivientes y familiares, donde cientos de hijas apropiadas e hijos apropiados todavía no han recuperado su identidad, y donde los mentores económicos de aquel genocidio – en más de cuarenta años – no dejaron de aumentar sus ganancias.
Mientras tanto, el Estado sigue asesinando a la juventud pobre (una víctima cada 21 horas) los grandes empresarios solucionan sus “crisis” despidiendo a miles de trabajadoras y trabajadores, los tarifazos van en aumento, y no hay analista serio que no asegure que esto recién empieza.
Y, en medio de todo esto, ha salido a la luz un festival de espionaje y extorsión donde se interrelacionan obscenamente jueces, fiscales, empresarios y servicios de inteligencia nacionales y extranjeros.
Sin dudas, sobran las razones para movilizarse con todas las fuerzas este 24 de marzo.
La necesidad de mantener la independencia política.
Desde hace décadas, las organizaciones de Derechos Humanos, sindicales, estudiantiles, sociales y partidos de izquierda que integran el EMVJ, vienen logrando que este espacio conserve su independencia política de todos los gobiernos y de los partidos tradicionales que fueron garantes de la impunidad para el grueso de los genocidas desde 1983 a la fecha y que son quienes aplicaron en democracia los ajustes contra el pueblo trabajador.
Durante años, la amplia mayoría de los ejecutores del genocidio que comenzó en 1976, desde militares y policías a empresarios, civiles y eclesiásticos, gozaron de impunidad y conservaron sus múltiples privilegios mientras que la población trabajadora viene sufriendo sobre sus espaldas todo tipo de ajustes y la degradación de sus condiciones de vida.
Además de ser un año electoral, el 2019 está cruzado por una profundización del saqueo sobre el bolsillo de las masas trabajadoras y el pueblo pobre. A la imposición del ajuste ideado por el FMI se suma que las multinacionales (que cumplieron un rol decisivo en el armado del golpe cívico – militar) descargan sus “crisis” sobre sus propias trabajadoras y sus propios trabajadores, con decenas de miles de despidos y suspensiones.
Ante estos ataques, las conducciones sindicales peronistas miran para otro lado o, a lo sumo, desfilan por los medios de comunicación “denunciando” la situación pero dejando en claro al mismo tiempo que son enemigas de poner de pie al movimiento obrero, desplegando un plan de lucha con paros nacionales y demás medidas que podrían frenar el ajuste.
En este marco, una manifestación como la tradicional marcha del 24 de marzo, no escapa a las tensiones propias de un espacio en el que participan actores y organizaciones con orientaciones encontradas. Por eso, lograr la realización de un acto independiente es algo muy importante frente a las batallas que se vienen en el próximo período, donde cualquiera sea el gobierno que asuma, bajo el mandato del FMI se profundizará la miseria, la entrega y los ataques a las condiciones de vida de la población.
Se sabe que las organizaciones del peronismo kirchnerista, junto a algunos de sus aliados, intentarán hacer de este 24 de marzo una demostración política en el camino hacia las elecciones presidenciales. Su máxima preocupación es, entonces, agitar consignas contra Macri pero encubriendo conscientemente a las gobernadoras y los gobernadores de las provincias, y a las senadoras y los senadores que le dieron y le dan toda la institucionalidad a Cambiemos para que encare sus políticas neoliberales contra la clase trabajadora.
Desde ya, que esto es inadmisible para quienes durante años denunciaron con fuerza al genocida César Milani, a las represiones de Sergio Berni, a los ajustes previos al macrismo, al pago sin chistar al Club de París y a los buitres, a la precarización laboral, a los crímenes como el de Mariano Ferreyra, a las desapariciones como las de Jorge Julio López y Luciano Arruga, a las persecuciones violentas a los pueblos originarios, entre otros “hitos” de la llamada “década ganada”.
Acto independiente de la izquierda.
Por todo ello, este 24 de marzo, las diversas organizaciones que integran el EMVJ – entre ellas, la izquierda – realizarán un acto independiente a nivel nacional, repudiando el golpe genocida del ’76 y la represión e impunidad de ayer y hoy, como así también, denunciando el ajuste en curso impuesto por el FMI y ejecutado por el macrismo y los gobiernos provinciales y municipales, y pronunciándose fuertemente contra la injerencia del imperialismo norteamericano en Venezuela y América Latina.
Con esa perspectiva, en San Luis, el Partido de Trabajadores por el Socialismo / Frente de Izquierda y los Trabajadores (PTS/FIT) también realizará un acto independiente para el domingo 24 de marzo, a partir de las 18:00 horas, en la esquina del Correo Argentino de la capital puntana.