El transporte puntano, la tragedia de todas las gestiones municipales
Por:
Johana Gómez.
Referente del PTS / Frente de Izquierda.
Como viene sucediendo cada seis meses, otra vez se está discutiendo un aumento de boleto del transporte público puntano. Sea por el aumento del precio del combustible, sea por la falta de subsidios y sea por cualquier otra cuestión, desde las reparticiones del municipio capitalino y del Concejo Deliberante, siempre la solución a los problemas de presupuesto, infraestructura y salarios de choferes, recae sobre el bolsillo de los usuarios.
Transpuntano, la única empresa de transporte urbano de la Ciudad de San Luis, 99% estatal y conducida por los más variados presidentes (hoy en día, por Carlos Alberto Ponce, hermano del actual intendente Enrique Ponce) viene atravesando una crisis de financiamiento cuyas raíces están en el despilfarro dinerario de las distintas administraciones municipales que, desde el año 2009, pertenecieron a todos los colores políticos.
Ante cada conflicto o problema en la empresa que hubo, la casta política municipal si no culpaba a los choferes y su gremio (UTA) por reclamar mejores salarios, culpaba a los usuarios por no querer pagar un boleto más alto e incluso, a la gratuidad del boleto para estudiantes y jubilados por generar déficits presupuestarios.
Actualmente, sigue ocurriendo lo mismo, aunque con mayor cizaña hacia las trabajadoras y los trabajadores de Transpuntano, atento a que vienen reclamando salarios adeudados, aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo, en el marco del ajuste y los tarifazos ordenados por el gobierno nacional de Mauricio Macri (el nuevo amigo de los Ponce) que hacen muy difícil llegar a fin de mes.
Hasta ahora, la respuesta que han dado el funcionariado municipal y los ediles del Concejo Deliberante ha sido, como siempre, la misma: aumentar el boleto del transporte. Esta vez, pretenden llevarlo de $16 a $22 (37,5% de aumento) hasta el mes de junio, y a $26 (62,5% de incremento, respecto a la tarifa actual) desde julio a diciembre de este año, cuando los salarios del pueblo trabajador no sólo que han sido licuados por la inflación sino que, además, no tendrán un aumento de esas características en las paritarias que comenzarán en los meses venideros.
Con semejante lógica, es evidente que a la casta política municipal no le interesa cómo tales aumentos de boleto afectarán la vida de miles de trabajadoras, trabajadores y pobres. A tono con el macrismo y los distintos gobiernos provinciales (entre ellos, el de Alberto Rodríguez Saá) lo que sí les importa es utilizar la crisis del transporte público – localmente, la de Transpuntano – con fines netamente electorales, tirándose el problema presupuestario entre unos y otros, y dejando a la población en el medio, como rehén de una disputa política sin fin.
El gran problema del transporte público puntano es que siempre fue una tragedia para las diversas gestiones municipales, debido a que siempre buscaron la solución donde no la hay. En vez de estatizar al 100% la empresa y ponerla bajo gestión de sus mismos trabajadores y bajo control de comités de usuarios, atacan a los choferes ante cualquier demanda que hagan. En vez de ajustar los salarios y privilegios del intendente, funcionarios municipales y concejales, critican a los usuarios por no aceptar los amentos de boleto. En vez de impulsar aumentos progresivos en las tarifas de servicios para que los sectores más acaudalados y ricos de la ciudad paguen más, cuestionan la gratuidad del boleto para los estudiantes y jubilados y, si no lo hacen, proyectan aumentos siderales en su costo, como actualmente lo están haciendo.
Esta gran tragedia en el transporte solamente tendrá solución si es tomada por la clase trabajadora, el estudiantado y los sectores populares como parte de su lucha contra las políticas de ajuste, vaciamiento y desfinanciación aplicadas por los partidos que siempre han gobernado al país, la provincia y el municipio.