Es muy difícil, tal vez casi imposible, escribir cuando son los sollozos, y no las palabras, los que afloran en nuestra mente, y cuando los ojos nublados por las lágrimas, nos impiden leer lo que escribimos, al tener la valentía de improvisar en una circunstancia como esta.
Es muy difícil también escribir haciendo alusión de la Seguridad y Educación vial, que tan comprometido, lo tuvo a mi querido amigo, a quien intelectualmente venimos a acompañar a su infinita morada dado que con hidalguía se supo perpetuar con sus pensamientos y su amor presente en sus obras de bien.
La vida me lo presentó, como fundador de Periodistas en la Red, un innovador total, contra un tsunami de improntas, fue el pionero en marcar el sendero al periodismo digital puntano, consagró su vida al periodismo y al que hizo progresar con su talento, con su inteligencia, su capacidad de trabajo y por el amor que puso en toda su marcada mística laboral.
Y al hablar en nombre de esas labores, solamente nos impulsa a agradecerle y a renovarle las seguridades que, mientras podamos, no dejaremos que sus realizaciones se pierdan o que sus enseñanzas dejen de avanzar.
Dueño de una pluma ágil, pero enérgica y al mismo tiempo tierna y decidida. Nuestro amigo, tuvo siempre una virtud superior tuvo siempre una virtud superior: Su ética a toda prueba, su corrección en todos los actos de su vida, la transparencia con que actuaba porque sabía que siempre procedía bien y correctamente.
Por eso hoy celebramos jubilosos su paso por la vida, tal vez con un dolor egoísta por que no vamos a tener de cerca sus consejos oportunos, o sus llamadas de atención, gruñendo, pero con la seguridad que nos estábamos mandando una macana, un error o falta.
Considerado por sus colegas, respetado por sus discípulos, querido por los que tuvimos la gracia de gozar de su amistad, Un distinto, y versado de saber escuchar, observar y luego evaluar los problemas que nunca faltan en la difícil actividad periodística, para darle las adecuadas y sublimes soluciones.
Por estas y otras virtudes, hacer una semblanza de la vida del Pela, como le decían lo que se habían ganado su confianza, requeriría escribir muchas páginas…
Sin embargo quisiera resaltar dos virtudes que siempre admiré de Carlos:
Quiso y amó con devoción a sus hijos, a su compañera y su hogar. Sirvió con verdadera entrega a su profesión. Siempre focalizada y pensada desde vocación de servicio al segundo amor de su vida, se puso en evidencia cuando declinó oportunidades que le hubieran permitido gozar de bienestar económico, para continuar viviendo en la austeridad de la pluma de periodista, sin traicionar sus convicciones.
Me distinguió hasta el tuétano, al sentarme en su mesa… al brindarme su amistad, me distinguió en ser mi mentor-papá en esto de aprender día a día en escribir para lograr conciencia vial, me distinguió por creer en mi e incentivó a redescubrir la pasión por escribir…
Y para concluir, me quedo con estas palabras de la Dra. Elisabeth Kübler-Ross, en su libro ‘La muerte un amanecer’, en el cual expone largos años de experiencias, expresa que:
‘La muerte es sólo un paso más hacia una forma de vida en otra frecuencia. (…) la experiencia de la muerte es casi idéntica a la del nacimiento. Es un nacimiento en otra existencia… la muerte no es más que el abandono del cuerpo físico, es el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo, riendo y en el que se tiene la posibilidad de continuar creciendo’.
Hasta Pronto ! Nos vemos en la otra vida!!!