San Luis (LaNoticia) 31-03-15. Con el patrocinio letrado de Guillermo Domeniconi, la familia de don Mario Escudero volvió a la carga en los estrados judiciales para intentar recuperar el campo que le fuera expropiado por el gobierno provincial, supuestamente para hacer un Centro de Salud y una Escuela, y que hasta el día de hoy sigue siendo un gran terreno baldío inundado de yuyos.
En la medida cautelar presentada en la justicia local, se solicita que “inter se sustancie este proceso, ordene como medida cautelar innovativa, la inmediata restitución del campo La Camila a su dueño, Sr. Mario Raúl Escudero”.
En otro escrito, se contesta a un traslado que contestó Fiscalía de Estado, donde señalan que Escudero no es el legítimo dueño del campo en cuestión, a lo que la familia presenta sobrada prueba de que sí es propietaria y sobre todo tenía la tenencia del campo al momento de ser expropiados y retirados con un exceso de la fuerza policial. De hecho hubo un centenar de testigos, entre ellos varios periodistas, cuando funcionarios de Fiscalía de Estado negociaron con la familia Escudero en qué términos debían dejar el campo, tiempo antes de ser expulsados por la fuerza bruta policial, lo que constituye una fuerte prueba de que Fiscalía de Estado le daba a Escudero el estado de propietario y tenedor del campo.
En diálogo con La Noticia, don Mario nos aseguró que “soy un hombre de palabra, a pesar del daño que he recibido, sostengo la propuesta de donarle al Municipio de Estancia Grande las hectáreas que sean necesarias”, recordando que por aquellas épocas estaba dispuesto a entregar alrededor de 9 hectáreas para que se realizaran las obras que el gobierno deseaba hacer allí, que con el tiempo se supo que era un Hotel 5 Estrellas, algo que de Utilidad Pública para la expropiación nada tenía que ver.
Con lágrimas en los ojos nos aseguró que “la tierra es mi vida, sin ella me estoy muriendo. Quiero vivir mis últimos años en paz en mi campo La Camila. Quiero ponerle fin al estigma del destierro y el despojo de mi propiedad”, agregando que busca “justicia para mi hija y mis nietas injustamente maltratadas y detenidas por la policía sin mediar diligenciamiento judicial”.
Para finalizar, sostuvo que “quiero que se haga justicia por el asalto, robo y destrucción de mi casa en horas de la madrugada. No me opongo al progreso y no quiero dinero, exijo justicia”.
Por su parte, su hijo, también llamado Mario, agregó que “en Semana Santa, tiempos de oración y penitencia, quiero pedirle al fiscal de Estado Ricardo Endeiza, a los abogados de fiscalía, a Lucero y al juez del Juzgado Civil Nº 2 Dr. Giménez, que reflexionen y hagan justicia para ponerle fin a la injusticia que soporta Mario Escudero, padre”.
Carlos Rubén Capella
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