San Luis (LaNoticia) 01-12-17. Los familiares del joven agredido aseguran que el bullying “lo viene sufriendo desde hace años, pero en la escuela nadie hace nada”.
Un alumno de secundaria, hijo de un sobrino del intendente de Fortín El Patria -distante 252 kilómetros al Sur de la capital provincial- José Antonio Amorós, le pegó un violento puñetazo, en la nuca, a un compañero de curso mientras otro filmaba la patética acción. No conformes con esto, subieron el video a la red social Instagram con la leyenda “Le dolio??” que en esa red social fue a modo de `encuesta´ con las opciones “SI DE UNA” o “NAAA”. Es decir que estos chicos toman una agresión física como un acto de humor, lo que deja muy mal parada a su familia y sus docentes, puesto que revela una fallida educación.
El joven agredido, cursa el segundo año del secundario en la Escuela de Jornada Completa N° 440 “Sarmiento”, lugar donde ocurrieron los hechos.
El hecho ocurrió “el martes 28” pasado, según nos comentó la hermana del joven agredido, Melody Ortiz, quien agregó que “no es la primera vez que pasa esto, siempre fue agredido, desde jardín”, puesto que “mi hermano, cuando tenía 5 años, sufrió la enfermedad llamada Guillain Barre, dejándolo paralizado, pero con tratamiento y esfuerzo empezó a caminar pero esto dejo secuelas como que no puede caminar bien y ahí empieza la discriminación y el bullying hacia él, pero en la escuela jamás hicieron nada para defenderlo o al menos que no lo agredieran más. Muchas veces quisimos arreglar todo esto, pero nunca nos dieron pelota en la escuela y todo tiene que ver porque el chico este es `hijo DE´”, en obvia referencia a que es hijo de un sobrino del intendente y en un pueblo de apenas 500 habitantes, eso pesa y mucho.
Sobre el hecho en cuestión, como hay pruebas de sobra de la agresión, los directivos del establecimiento escolar no pudieron `mirar para otro lado´ como lo han hecho hasta ahora, pero la sanción que le impusieron parecería sacada de la serie Los Simpson, apenas 10 días de suspensión, que por la época del año en la que estamos, no hicieron más que adelantarle las vacaciones. Parece una burla, porque lejos de castigarlo, lo premiaron.
Ortiz nos informó que habló con autoridades del Ministerio de Educación, “y allí me dijeron que iban a llamar a la escuela para pedir un informe de lo sucedido”, incluso ayer “me crucé en Villa Mercedes con Ricardo Barbeito, que es autoridad del Ministerio de Educación y se comprometió en ir al colegio para ver cómo se soluciona esto que, te repito, viene desde hace mucho tiempo”.
Cuando le consultamos si las autoridades del colegio son las mismas desde que ellos vienen denunciando las agresiones hace su hermano, Melody señaló que “antes el director era Carlos Arce y el secretario Gustavo Gatica, pero Arce se fue y en su lugar quedó Gatica”.
“Los niños viven estando solos, los docentes siempre tuvieron la costumbre de darles un libro y que dicte uno de ellos y se van a tomar mates”, dijo sobre la actividad de los docentes que no pueden controlar que esto ocurra. En el momento preciso de la agresión, “estaba una maestra corrigiendo unos trabajos, pero viven estando solos. Si los niños quieren hacerle algo a él, se lo hacen porque nadie está con ellos”, recalcó.
Gran distancia entre la integración y el bullying
En dos días hemos informado sobre dos hechos totalmente contrapuestos. En la edición de ayer mostramos el ejemplo de integración por parte de Pablo Gutvay, todos los compañeritos y todo un equipo de trabajo del Instituto San José, en Quines -146 kilómetros al Norte de la capital provincial- hacia Luquitas un niño con parálisis cerebral infantil –clic acá para ver archivo-; y esto ocurrido en el otro extremo de la provincia, y en el otro extremo del ser humano, el que no integra, el que se burla, el que se `cree vivo´, pero que lejos de eso, simplemente muestra lo peor del ser humano. Pero ningún niño nace agresivo o perverso, sino que se hace, por eso habría que ver el entorno de este agresor y trabajar seriamente en corregir los errores, puesto que este chico, cuando crezca, está muy lejos de llegar a ser como Pablo. La familia y los directivos de la escuela, tienen la misión.
Carlos Rubén Capella
lanoticiaensl@gmail.com