El álbum de fotos que acaba de ser hallado en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) fue producido por un órgano sumamente poderoso en la estructura represiva, la misteriosa Jefatura II del Estado Mayor del Ejército. El juez federal Daniel Rafecas estudió esa estructura y llegó a procesar a su máximo responsable. 

 — ¿Qué rol tuvo la Jefatura II?

 — Era una de las principales integrantes del Estado Mayor General del Ejército, que, a su vez, era el órgano de consulta o asesoramiento del comandante del Ejército de la Junta Militar. Había una aceitada interacción entre esta Jefatura y (Jorge Rafael) Videla como comandante en jefe del Ejército. La Jefatura II tuvo un rol fundamental en el diseño o la arquitectura del plan de represión, en la medida en que, por un lado, era el área encargada de generar “los blancos” u “objetivos” en términos militares. También establecía qué personas debían ser detenidas y, una vez que se concretaban estas acciones y la víctima era trasladada a un centro clandestino de detención, era interrogada bajo torturas por personal de la misma área de inteligencia. A partir de esta información y de aquella que emergía del análisis de documentos secuestrados en los operativos ilegales, o a partir de la infiltración y seguimiento a los perseguidos políticos, se establecían nuevos objetivos que volvían a nutrir el circuito represivo.

— ¿Cuál era la relación con el Batallón 601 de Inteligencia?

— De la Jefatura II dependía a su vez el Batallón de Inteligencia 601, en el cual había una Central de Reunión, integrada por los servicios de inteligencia de las diversas fuerzas armadas y de seguridad, y que tenía por función la reunión de información proveniente de todo el sistema, que permitiera el conocimiento de las fortalezas y vulnerabilidades del considerado enemigo, a partir de lo cual se generaba el diseño de la inteligencia a nivel Jefatura. Sin duda alguna, la Jefatura II venía a ser como la mano derecha de la Junta Militar.

— ¿Puede este documento arrojar más luz sobre la coordinación de los servicios de Inteligencia?

— Sin duda que un documento de la naturaleza del encontrado permite, como mínimo, reafirmar hipótesis de conocimiento sobre las cuales se viene trabajando. El álbum encontrado retrata justamente las funciones del área de inteligencia: detección, identificación y neutralización del enemigo y da cuenta del alcance y la precisión de la organización de la información de inteligencia.

— ¿Cuánto se avanzó en dilucidar el rol que jugó la inteligencia durante la dictadura?

— A partir del estudio de normativa del Ejército y de la recepción de testimoniales a militares retirados que conformaron lo que fue el Centro de Militares para la Democracia (CEMIDA) se pudo entender cuál fue el rol de la Jefatura II y de las áreas de inteligencia que se replicaban en cada una de las unidades militares. En el año 2012 se realizó el allanamiento de la vivienda del entonces general Carlos Alberto Martínez, titular de la Jefatura II desde 1976 y hasta el año 1978, y se procedió a su detención y posterior procesamiento. En esa oportunidad se encontró material de inteligencia que fue relevante para la investigación.

— Pero Martínez no llegó a ser llevado a juicio porque falleció antes.

— El mayor obstáculo con el cual nos encontramos es que los integrantes a nivel del Estado Mayor que poseían altos grados jerárquicos eran generales, coroneles o tenientes coroneles, por lo cual eran personas con una carrera militar avanzada en el momento de los hechos. Si bien se avanzó en la identificación de los integrantes de la Jefatura II, la mayoría de ellos están fallecidos; por lo cual aun cuando se reúna prueba que permita entender el aporte de inteligencia en los crímenes investigados, este es un obstáculo insalvable para el avance de la causa.

–¿Hay una mirada general o una mirada parcial de cómo operaron los distintos grupos?

— Después de 16 años de investigación de los crímenes atribuidos al Primer Cuerpo del Ejército, podemos decir que hemos avanzado mucho en el conocimiento del funcionamiento del área de inteligencia dentro de la maquinaria ilegal, pero lo cierto es que queda mucho camino por recorrer en cuanto a la identificación de algunos eslabones que habrían ejercido la coordinación de los diversos estamentos de inteligencia del mismo Ejército, o incluso con las restantes fuerzas.