Ayer los trabajadores del Paseo del Padre, desplazados tras el dudoso incendio del mismo, se manifestaron una vez más contra el intendente Sergio Tamayo, y se encadenaron al Municipio.

 “Pedimos el espacio físico, queremos el lugar de trabajo como lo teníamos antes, donde vendíamos nuestros artículos regionales y de temporada” dijo Andrea Riquero en declaraciones a la prensa.

Durante los últimos meses los inspectores del Municipio han realizado una persecución en contra de estos vendedores en diferentes puntos del centro de la Cuidad, en varias ocasiones llevando adelante decomisos de mercadería.

Los trabajadores han realizado su venta durante los últimos años en ese lugar, tras el siniestro no fueron reubicados por el Municipio, ni han ofrecido una solución concreta “somos parte de la sociedad, no estamos robando, sólo pedimos trabajo y pagar nuestros impuestos. Desde que asumió el intendente, no nos quiso cobrar ese canon porque tenía todo planificado, que era desalojarnos” acusó Riquero, sumando polémica al dudoso incendio del Paseo del Padre, que derivó en una obra millonaria, en la que estos vendedores no son tenidos en cuenta.