El presidente brasileño Lula da Silva calificó de «acto antidemocrático» las manifestaciones golpistas que tuvieron lugar este domingo en varias sedes gubernamentales de Brasilia, prometió averiguar quién financió el accionar de los radicales bolsonaristas y anunció la intervención federal de la ciudad capital.
«Todos deben estar al tanto de la barbarie que tuvo lugar este domingo en Brasilia. Aquellas personas a las que llamamos fascistas, que son lo más abominable de la política, invadieron el Palacio y el Congreso. Creemos que hubo una falta de seguridad«, aseveró Lula desde São Paulo, a donde viajó durante el fin de semana para inspeccionar los daños causados por la lluvia en esa región.
«Quien haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones. No hay precedente en la historia del país de lo que hicieron hoy. Por eso deben ser castigados», agregó el líder del Partido de los Trabajadores, quien además anunció la intervención federal de Brasilia.
«Y vamos a averiguar quiénes son los financistas de los que fueron hoy a Brasilia, y todos pagarán con la fuerza de ley», aseguró.
Además, Lula apuntó directamente contra Jair Bolsonaro y sus discursos de odio. «Aprovecharon el silencio del domingo, cuando todavía estamos formando el gobierno, para hacer lo que hicieron. Y saben que hay varios discursos del expresidente alentando eso. Esa es también su responsabilidad y la de los partidos que lo apoyaron», señaló.
En las próximas horas, Lula regresará a Brasilia para seguir de cerca los acontecimientos.
Este domingo, en horas de la tarde, miles de manifestantes vestidos con los colores amarillo y verde de la bandera nacional invadieron las sedes del Poder Ejecutivo, el Legislativo y Judicial en la capital brasileña, en protesta contra el regreso al poder de Lula, quien derrotó a Bolsonaro en la segunda vuelta el 30 de octubre y fue investido hace una semana como nuevo presidente de Brasil por tercera vez.
Las imágenes de medios como la cadena de televisión Globo News y otras difundidas en redes sociales mostraron a los asaltantes invadiendo instalaciones del Congreso, pero también llegando hasta el Palacio presidencial de Planalto y del Tribunal Supremo Federal -STF, máxima corte- de Brasil, ubicados en la misma área donde se concentran los tres poderes del Estado, la denominada Explanada de los Ministerios, donde provocaron destrozos y graves incidentes ante el tibio accionar de las fuerzas de seguridad presentes en el lugar.
Después de casi cuatro horas y media de caos, las fuerzas de seguridad recuperaron el control de las sedes. Según informó la prensa local, al menos 130 personas fueron detenidas por participar de los actos golpistas.