Esta semana se presentará el presupuesto, al que se incorporarán los gastos de todas las medidas de bioseguridad durante el calendario electoral y la jornada de votación.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia, Salvador Romero, estimó una “elevada” participación de la ciudadanía el 6 de septiembre, día de elecciones generales, cuando el Gobierno de facto ha dado señales de intentar una prórroga más del procesos electoral.

Romero aseguró que, a pesar de las complejas condiciones, el número de personas que acudirán a las urnas será alto. Para ello el órgano que dirige trabaja en ofrecer seguridad y garantía de que los comicios transcurran sin percances.

Este domingo la presidenta de facto Jeanine Áñez anunció que promulgará la ley que fija las elecciones para el 6 de septiembre, tras sostener una reunión con Romero, quien le “exhortó” a que promulgue la ley en cuestión para darle “certeza” al país.

Es importante llevar adelante el proceso electoral 2020, que es una etapa fundamental para la democracia en Bolivia”, remarcó Romero.

Recordó que Bolivia es uno de los países con los niveles “más altos” de participación electoral de América Latina y que el 6 de septiembre lo reflejará en los comicios generales.

Esta vuelta electoral ocurrirá casi un año después de la legítima reelección presidencial de Evo Morales. El índice de participación en esos comicios fue de más del 88 por ciento de los votantes del país, otorgando a Evo un 45,28 por ciento de los votos y más de un 10 por ciento por encima de su contendiente más cercano.

Sin embargo la presión ejercida por la OEA y en particular Luis Almagro desataron la violencia en el país. Morales renunció a la presidencia por encontrarse su vida en peligro y para garantizar la paz de los bolivianos y bolivianas. Luego Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta de transición e instauró un Gobierno de facto.

Hasta el momento se ha escudado en la Covid-19 para retrasar los comicios en los que se presentará como candidata. Asimismo, se ha intentado socavar el acceso del expresidente Evo Morales al senado y de otros integrantes de su partido Movimiento Al Socialismo (MAS) y del aspirante a la presidencia Luis Arce.