Patricia Bullrich hizo su jugada con una carta firmada por dirigentes del PRO que cuestionó al gobernador (del PRO) de Chubut Ignacio Torres en su disputa con el Gobierno nacional. Si bien la carta no tiene figuras de peso del partido, en el entorno de Bullrich la consideran parte de una estrategia para «sacar a Mauricio Macri de su escondite y que se defina». En el entorno de la ministra de Seguridad ven con sospecha creciente el silencio del exPresidente. Algunos de ellos sospechan, incluso, que Macri está detrás de todo el conflicto como una estrategia vandorista para pegar y después negociar.
Se sabe: la relación entre Macri y Bullrich, que supo ser de fierro, está rota desde que ella negoció su ingreso y el de Luis Petri al gobierno de Milei, y desarticuló el intento del exPresidente de llegar a un acuerdo marco con Milei para que desembarcaran cuadros del PRO en su gobierno. Desde entonces, Bullrich y Macri no tienen diálogo. Macri se dirige a ocupar la presidencia del PRO, algo que Bullrich intentó evitar por todos los medios.
El affaire Chubut
En el conflicto de Chubut con la Nación, hay dos sectores del PRO que se alinearon de forma nítida: el larretismo se puso detrás de los gobernadores de Juntos por el Cambio, y por su parte Bullrich jugó para Milei, incluso en contra del que fuera su partido. Pero hay un tercero que permanece en las sombras: Macri.
Se sabe que el exPresidente tuvo una reunión con Ignacio Torres y con el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, previo a que estallara el conflicto. Algunas versiones indican que intentó mediar incluso con el Gobierno de Milei, pero llegó a la conclusión de que no hay diálogo posible. Esto trajo el consecuente enfriamiento de las versiones de que era inminente una cumbre entre Macri y Milei y que estaban por cerrar un acuerdo para que haya un interbloque del PRO y La Libertad Avanza e incluso un frente electoral hacia las elecciones de medio término. Todo esto pasó, por el momento, al cajón del olvido.
Pero en el entorno de Bullrich sospechan que Macri tiene un papel mucho más activo en el affaire Chubut del que estará dispuesto a admitir. «Macri guarda silencio y por lo tanto es cómplice de lo que está haciendo Torres», dicen cerca de la ministra. Si se los apura un poco, ellos creen directamente que Macri está detrás de todo. Una hipótesis es que Macri mandó a los gobernadores a apretar para que Milei venga al pie y negocie lo que sería la colonización del gabinete. Otros tienen una teoría más psicológica: que Macri no soporta que Milei logre lo que él no pudo en su mandato.
De hecho, la carta que armó Bullrich y para la que juntó firmas mete el dedo en la llaga de lo que fue el gradualismo. Dice que “se avanzó demasiado lentamente y con demasiada prudencia”. Una crítica de Bullrich a Macri en un documento que estuvo membretado con el logo del PRO. Un escenario impensado hace meses.
Contra los gobernadores, la ministra de Seguridad dijo que «ningún miembro del PRO puede estar de acuerdo ni validar la amenaza de confiscar propiedad privada», y que era «obsceno hacer esa amenaza».
La cosecha de firmas no fue todo lo que hubieran querido. Además del séquito de la ministra (Damián Arabia, Juan Pablo Arenaza, Fernando Iglesias), aparecen Federico Pinedo, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, Pablo Tonelli, Claudio Avruj, pero también otros dirigentes más cercanos a Macri, como Federico Angelini, y dirigentes larretistas como Eduardo Macchiavelli.
«Ahora depende de Macri», dicen en el entorno de Bullrich. «¿No quiere ser el que presida el PRO? Bueno, tiene que definirse y salir del silencio», lo apuran.
Puentes rotos
La movida de la carta no fue gratis. Trajo una ruptura entre el sector de los gobernadores y los legisladores que responden a Bullrich. De hecho, la dupla Torres-Frigerio tenían previsto un encuentro con diputados que se suspendió. No quisieron remedar aquella foto fallida al comienzo del gobierno de Milei, donde los gobernadores de Juntos por el Cambio quisieron mostrar músculo político y parlamentario y los dirigentes de Bullrich concurrieron a escupirles el asado.
La reunión, que iba a ser por Zoom ayer a las 16, incluía también a otros dirigentes como el jefe de Gobierno, Jorge Macri, además de los integrantes del bloque que conduce Cristian Ritondo. Como todos, después de la carta que difundió Bullrich, se vieron venir un choque de trenes en cámara lenta, decidieron suspender. Por supuesto, la explicación oficial fue otra: que Torres iba a esperar a hablar ante la Legislatura de Chubut sobre el litigio con la Nación. Quedaron en volver a intentar juntarse en unos días, quizás cuando se enfríen los ánimos.
Todo esto ocurre en medio de los intentos de Bullrich de condicionar lo más posible la llegada de Macri a la presidencia del PRO, ubicando a su gente en puestos clave. Así como están los bullrichistas que creen que Macri fogonea en secreto el conflicto, no faltan los macristas que consideran que Bullrich está operando con órdenes de Milei para dividir al PRO. Un clima de desconfianzas que se acrecienta.