Por Gustavo Otegui
En febrero de 2022, se conoció que el actual Vice Gobernador seria apartado de la cabeza del Poder Ejecutivo, con nuevo destino en el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia. Señalé entonces, públicamente, que estábamos ante un enorme desvarío institucional, una incomprensible intromisión de un poder del Estado sobre otro y un grave error político. La jugada salió MAL.
Once meses después, el 5 de enero de 2023, el extraviado Gobernador de la Provincia anuncia con bombos y platillos que su candidato a Gobernador para las próximas elecciones del 11 de junio, será Jorge Omar Fernández, “ACTUAL MINISTRO EN FUNCIONES” del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de San Luis.
Si bien la forma de actuar del autócrata Dr. Rodríguez Saá, no puede sorprender a nadie -algo parecido hizo con la Dra. Lilia Novillo, a quien promovieron como candidata a Intendente siendo Ministra del mismo Superior Tribunal-, sí me sorprende el empecinamiento y la persistencia en el error grosero de desconocer la división de poderes.
Y como pasó con Mones Ruiz, repetiré que son más fuertes los motivos éticos que lo inhabilitan a Fernández para ser candidato a Gobernador. Porque otra vez, esta movida del Sr. Gobernador –claramente no es una decisión del Ministro del Superior Tribunal-, vuelve a poner a San Luis en el podio de las Provincias que menos respetan la Constitución. Que evidencian nostálgicas ideas monárquicas y que se resumen en que una sola persona, es la que elige los candidatos, decide la duración de sus mandatos, direcciona su destino político y desmerece el sistema Republicano de gobierno, asumiendo la suma del poder publico.
No olvidemos que a Fernández lo designó el mismo gobernador que ahora lo impulsa como candidato a la sucesión.
La selección de candidatos, de funcionarios y de Directores de todos los Organismos de la Provincia por parte de una sola persona, de modo discrecional, antojadizo, unilateral y a veces perverso, ha hecho que desde hace muchos años, la legitimidad de origen de cada uno de ellos al asumir, sea equivalente a CERO. Las consecuencias están a la vista. Los ejemplos sobran y lo relevante, es que en 40 años, el pueblo de San Luis ha ido naturalizando los más graves desvaríos del ejercicio del Poder, hasta convertirlos en algo normal. Todo vale. Nada asombra.
Por todo esto, le digo al Sr. Gobernador y al Sr. Ministro del Superior Tribunal de Justicia, ahora candidato Fernández: DEJEN DE DAÑAR LAS INSTITUCIONES. No se puede ostentar el más alto y honorable cargo que hay en la Justicia y al mismo tiempo pretender ser elegido en el más alto cargo que hay en el Ejecutivo. No lo permite la Constitución, no se ajusta al Sistema Republicano de gobierno imperante en nuestro País y en la Provincia y viola severamente la división de poderes.
Me olvidaba, veo una catarata de apoyos al Juez Fernández, en su aventura política. Imagino que habrá presentado la renuncia al cargo de Ministro del STJ. Si no lo hizo, se lo pediré públicamente el día lunes.
Sin embargo, queda algo muy en claro que el fin de ciclo está a la vista, el cambio de era ya tiene fecha, y esto es inexorable. En diciembre próximo Alberto Rodríguez Saá dejará su cargo y San Luis clausurará 40 años de gobiernos populistas de los hermanos Rodríguez Saá, para alumbrar un nuevo horizonte donde reinen el respeto a las instituciones y el bien común.
Por Gustavo Otegui: Ex Presidente del Colegio de Abogados. Dirigente de la Corriente Evolución (UCR).
F:Apuntes de San Luis