San Luis (LaNoticia) 02-07-2020. El pasado 5 de abril, Florencia Magalí Morales, de 39 años, fue detenida en la localidad de Santa Rosa del Conlara, al norte de la provincia de San Luis. Horas más tardes, aparecía muerta en la celda de la Comisaría Nº25. La autopsia realizada por el forense Gustavo Lafourcade Durán señaló que “Florencia se había suicidado en el calabozo donde se encontraba detenida con el cordón de su propio buzo”.
“¿Circulaba en bicicleta en contramano en un día en el que no le correspondía circular, según su terminación de DNI? ¿Se dirigió por su propia cuenta a la comisaría? Las versiones de la policía difieren, pero el final es el mismo: Florencia está muerta” dijo el aboga de la familia, Santiago Calderón Salomón, sobre todas las inconsistencias que hay en la causa.
En su casa, dos de sus hijos y su nieta se quedaron esperándola. “Florencia amaba la vida y a sus hijos, el día anterior a su muerte habíamos hablado por teléfono y estaba feliz, estaba planeando un viaje con mi madre”, recuerda ahora Celeste, y se pregunta: «una persona que proyecta un futuro, ¿termina suicidándose en una comisaría?”. Hace una pausa, y luego responde “Nunca hubiera hecho eso”.
Más de un mes pasó desde que Santiago Calderón, el abogado de la familia de Florencia, solicitó las filmaciones de las cámaras, pero hasta la fecha éstas no han sido provistas. Desde un principio hubo irregularidades, el accionar policial, las autopsias inconclusas, la decisión del juez quien maneja únicamente la hipótesis de suicidio. Además, según menciona el abogado de la familia, un policía de criminalística (Ramón Cardetti) menciona en su testimonial, que había más policías en la comisaría. Alrededor de diez cuando él llegó. Hasta el momento se está investigando a cinco porque son los que estaban en el libro de actas de la guardia. A estos oficiales se les solicitó muestras de ADN, secuestro de celulares y computadoras personales.
En la misma comisaría donde estaba Florencia se encontraban detenidas dos personas más. Quienes atestiguan que pedía auxilio, gritó por horas, que pateaba la puerta de madera ya que ni siquiera había rejas, pedía ayuda, un médico e ir al baño. Los dos coinciden en esto, lo último que escucharon son esos gritos de auxilio, decía ‘me falta el aire’, ‘necesito un médico’. Ambos fueron trasladados a otra dependencia y aún hoy no han prestado declaración en la causa, sus testimonios son aún extraoficiales, “si alguien pide auxilio, es porque no piensa en cometer un suicidio” sostiene Calderón salomón.
“Cuando hablo con otras personas, me piden que haga el duelo, pero recién voy a poder cuando se haga Justicia. Florencia era una mujer fuerte, muy entusiasmada con poder cuidar a su nieta. Al día de hoy estamos contenidos por las organizaciones de derechos humanos y los grupos feministas, que nos dan fuerza para seguir”, cierra Celeste.
Hoy a tres meses de la muerte de Florencia, la única certeza que tenemos, es su ausencia.