El gobernador santafesino Omar Perotti preparó la “alternativa superadora” para el rescate de Vicentin S.A.I.C. El presidente Alberto Fernández la avaló. Se pidió al juez del concurso, Fabián Lorenzini, la designación de interventores que representan a la Nación y la provincia desplazando al directorio de la cerealera de la conducción de la empresa. Si el magistrado rechazara el planteo, se retomará el camino de la expropiación, anunció Fernández. Si la acepta, se comienza un proceso para mantener la fuente de trabajo y constituir una empresa nacional mixta.
El diseño de la empresa que imaginan es:
* El Estado nacional (YPF Agro) tendrá la mayoría accionaria. Santa Fe formará parte.
* Serán accionistas también otros acreedores que Vicentín dejó en banda. Productores, corredores de cereales y cooperativas de la provincia. Los que tienen espalda para soportar el pagadiós capitalizarían las acreencias transformándolas en acciones. Perotti explicó a los medios que el universo de los cooperativistas está fragmentado. Algunos pueden invertir en el futuro. Otros necesitan cobrar sus créditos para sobrevivir.
* El Estado nacional les pagará a las PyME que estén con el agua al cuello los créditos verificados en el concurso de acreedores. Se valdrá de un fideicomiso ya creado a ese efecto que funciona en órbita del Ministerio de Desarrollo Social. Una vez abonadas esas deudas, “desinteresados” esos acreedores, se subrogará en sus derechos. Puesto más sencillo, hará algo parecido a comprarles los créditos. Los capitalizará y acrecentará su participación accionaria. El ojímetro de la Casa Rosada pondera una inversión no mayor de 100 millones de dólares.
* Los bancos públicos tienen prohibido estatutariamente dedicarse a actividades extra financieras. AF lo comentó en una entrevista librada en el ring de Telefé. El Banco de la Nación Argentina (BNA) a quien se le deben 18.182 millones de pesos no capacita, entonces, para capitalizar ese crédito. Transferirían sus créditos al Estado nacional mediante un bono a crearse. Resuelto el escollo legal, obtendría su equivalente en acciones. La ingeniería legal y financiera de esa medida se desconoce por ahora.
Perotti y Fernández confían en llevar a cabo el rescate que siempre fue el objetivo haciendo a un lado la herramienta de la expropiación. El gobernador dice contar con la aprobación de productores locales (ver asimismo nota de Pablo Feldman ).
La movida requiere como paso previo la aprobación del juez que el viernes pasado repuso a la cúpula de Vicentin al mando de la empresa, rechazando la intervención dispuesta mediante DNU presidencial. Esto amerita un breve racconto del trámite judicial.
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Racconto: La medida sorprendió a la Casa Rosada y fortificó a Vicentin.
Desde varios días antes, Perotti venía gestando la “alternativa superadora”. La Inspección General de Personas Jurídicas santafesina (IGPJ) tenía previsto formular el pedido formal en Tribunales el mismo viernes. Mientras llevaban el escrito “se cruzaron” con la novedad. Se reperfiló el planteo.
El avance de la movida depende de una decisión del juez que, posiblemente, le corra traslado a Vicentin. Si la empresa se empacase en rechazarla, suena muy difícil que prospere la iniciativa. Si la admite, es casi clavado que avanzará.
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Tiempos y tiempismos: La expropiación, estaba escrito, toparía con escollos en Tribunales, en los medios, en el Congreso. El Gobierno, tal vez, pecó de voluntarismo al porotear de antemano los votos en Diputados. También sorprendió en oficinas ministeriales el recelo de acreedores de Vicentin, aliados en principio. “Estamos de acuerdo nos decían –asume una voz oficial– pero no nos gusta la expropiación”. Expropiación, palabra maldita del país burgués bromearía John William Cooke, que sabía ser sarcástico. Batalla cultural al rojo vivo, pongamos en el siglo XXI. Se retardó el envío del proyecto de ley al Congreso.
Perotti, entre tanto, dialogaba con las cooperativas acreedoras y, bajo el cono del silencio, con los capos de Vicentin. Según contó en declaraciones a los medios desde Olivos, los popes aceptan retirarse de la conducción de los negocios que (confiesan) perdieron cuando cayeron en cesación de pagos. Lo mismo le habían dicho al ahora ministro de Producción, Matías Kulfas, antes de que asumiera el actual Gobierno. También a Fernández cuando los recibió en la Quinta de Olivos. Ahora, supone el gobernador, cumplirán lo que tantas veces dijeron. Justo cuando el juez los fortificó admitiendo su recurso contra la intervención.
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El nuevo piso: Lorenzini les dio la razón en el fondo, fatigando un sinuoso sendero discursivo.
Se reclamó inconstitucionalidad del DNU que decide la intervención. No ha lugar, sentenció Su Señoría.
Se interpuso una medida cautelar. No procede, definió Lorenzini.
Pero innovó, transformando el reclamo en una medida autosatisfactiva. Obviemos tecnicismos, vayamos a los bifes: la empresa reclama seguir al timón y se le concede.
Los fundamentos le reconocen “experticia” a quien se endeudó en cerca de cien mil millones de pesos, desamparando a proveedores, dejando de garpe al BNA y a la AFIP. Curioso punto de vista…
Jurídicamente, la decisión es endeble si queremos ser cautos. O un mamarracho, con todas las letras.
Los interventores, rebajados a veedores, pueden-deben apelarla. Vicentin recobra el control y gana tiempo. En Tribunales el que quiere demorar corre con ventaja deportiva. Pasa a ser un enigma cuánto duraría el trámite de apelación. Comparado con los tiempos políticos, siempre equivale a largo plazo.
Una duda latente para mentes conspirativas o suspicaces. ¿Conocía el juez la presentación en ciernes de la IGPJ? A fe cierta, este escriba lo ignora. A título de hipótesis, en una ciudad donde todos se conocen, cuesta imaginar que estuviera en ayunas.
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Con el mazo dando: La IGPJ pinta en su escrito un retrato más certero y crudo de los capos de Vicentin que el juez. Expresa:“No están a la altura de las circunstancias para su cometido. Son quienes la condujeron durante el tiempo en que llegó al estado de cesación de pagos que motivó la apertura del concurso y que afecta el interés público. A ello cabe agregar que la sociedad se encuentra sospechada de haber cometido delitos durante su gestión. Y también varios de ellos están siendo investigados”. Acumula datos y denuncias. En esos aspectos se funda también el reclamo de nueva intervención cuyo presidente sería Roberto Gabriel Delgado (por Nación), el vicepresidente Alejandro Alberto Bento (por Santa Fe) y Luciano Zarich como vocal.
El gobernador da por hecho que prosperará. A Dios rogando y con dicho mazo dando.
Si así fuera, las nuevas autoridades sostendrían la fuente de trabajo, garantizarían no aumentar el gigantesco rojo de las finanzas de Vicentin.
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La extraña bandera: Desde el anuncio de la expropiación, Vicentin se transformó en bandera de la derecha. Extraño héroe su CEO y accionista Sergio Nardelli sospechoso de haber evadido e investigado por lavado de dinero, deudor serial, coautor de un pacto espurio con las anteriores autoridades del BNA. Cada quién elige a sus próceres, la clase dominante sabe reconocerse en ese espejo.
La correlación de fuerzas empeoró para el Gobierno. Perotti confía en ganarse el apoyo de la ciudadanía de su provincia con el rescate fase 2.
Llegar al desenlace deseado impone atravesar el entreverado trámite del concurso. El conjunto de acreedores trasciende las fronteras nacionales. Corporaciones financieras foráneas acumulan cerca del 40 por ciento del pasivo. En algún momento, se votan las definiciones de la convocatoria de acreedores. Gravitarán fuerte esos jugadores que están agrupados (consorciados en jerga) y han formulado denuncias serias contra Vicentin en tribunales extranjeros como informó el colega Raúl Dellatorre en PáginaI12.
Las tramoyas de Nardelli, la creación de empresas fantasmas en otros países están siendo investigadas por Defensa de la Competencia. La Unidad de Investigación Financiera (UIF) pesquisa posibles contrabandos de granos y aceites a Brasil o Paraguay para evadir retenciones y querella a la cúpula de Vicentin en sede penal.
El rotundo cúmulo de sospechas ronda a Nardelli que alardea en el espacio público y viene pidiendo sottovoce a las autoridades desde hace meses “que el Estado intervenga”. La fase 2 judicializada por la IGPJ les da la oportunidad de hacerlo de modo ordenado. Habrá que ver…
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Desafíos y legados: El oficialismo afronta desafíos en varios frentes. Unos cuantos se cocinaron antes de la pandemia. Vicentin creció durante el mandato del presidente Mauricio Macri. Nardelli fue su aliado, colocó una fortuna para la campaña presidencial del año pasado, hasta estuvo en terna para candidatearse a gobernador en Santa Fe. Su derrumbe aconteció antes de la llegada de Fernández al Gobierno. En ese camino el BNA le prestó fondos faraónicos violando todas las reglas.
La aerolínea Latam comenzó la caída en picada en 2018 y 2019, pese al apoyo a veces desenfadado de la gestión macrista. Ahora levanta vuelo. Como Vicentin quiere hacerlo dejando un tendal de acreedores (ver nota aparte ).
La covid-19 es un azote global que Fernández tramita con decisión. Muchas de las otras plagas que azotan a la Argentina arrancaron años atrás, constituyen el legado del macrismo aunque esté de moda negarlo o simular amnesia.