La empresa Diaser, productora de biodiesel de soja y de bioetanol de maíz, anunció la paralización de su producción y la suspensión de su personal, debido a la falta de actualización de los precios de ambos combustibles renovables y a la fuerte suba de los costos.
Según Diaser, en los últimos meses el incremento de valor de las materias primas –aceite de soja y maíz–y la falta de actualización del precio de los biocombustibles hace inviable poder continuar con las operaciones.
“Los precios publicados para la comercialización de los biocombustibles no permiten cubrir los costos de fabricación, lo que nos obligó a frenar la producción de biodiesel en agosto 2020 y recientemente en la planta de bioetanol”, admitió través de un comunicado.
El diputado Claudio Poggi presentó un Proyecto de Resolución en la cámara baja nacional donde solicita “al Poder Ejecutivo Nacional, a través del organismo competente, disponga con carácter prioritario, las medidas necesarias para la actualización del precio mínimo de adquisición del biodiesel para su mezcla obligatoria con gasoil y del bioetanol para su mezcla obligatoria con nafta, en el marco de lo dispuesto por la ley 27.640, a fin de que los mismos guarden una adecuada relación con los costos de su producción, con el objetivo de proteger los puestos de trabajos directos e indirectos que genera la industria de biocombustibles desarrollada en las economías regionales”
El pedido realizado por Poggi nace en defensa de los puestos laborales del sector en la provincia de San Luis, los cuales se ven afectados por la desactualización de los precios de colocación de sus productos en las petroleras no pudiendo cubrir los costos de producción. Ante este panorama, la planta Diaser radicada en nuestro territorio, tiene una de sus dos plantas parada y está considerando adoptar la misma medida en su otra planta, poniendo en riesgo la fuente laboral de miles de trabajadores.
El legislador de Avanzar San Luis indicó en su proyecto que con la sanción de la Ley 27.640, realizada el año pasado, se dio un nuevo marco regulatorio al sector de los biocombustibles. “Tal como lo advertí durante el debate legislativo en el que se trató la sanción del nuevo régimen normativo, el cuidado del medio ambiente y la agroindustria fueron los protagonistas del castigo impuesto por dicho marco regulatorio, siendo un claro retroceso en la política de biocombustibles en materia productiva. De ahí, que mi voto fue en contra de este régimen ya que venía a perjudicar a aquellas economías regionales que habían apostado al desarrollo de la industria de los biocombustibles. Hoy, las productoras enfrentan nuevamente un aumento importante en sus costos de producción, principalmente impulsado por las cotizaciones del maíz y el aceite de soja, que no pueden ser cubiertos por sus ventas cuyos precios unitarios son fijados por el Poder Ejecutivo a través de los organismos competentes en la materia” expresa Claudio Poggi