Dos episodios sacudieron a gestión de Maximiliano Frontera en Villa Mercedes, el primero de ellos la orden a unos empleados para bajar hormigón caliente sin protección de una maquina rota y la omisión de una alerta amarilla en la primera noche del festival de la Calle Angosta.

Negligencia, esa palabra define perfectamente las dos decisiones que tomó Frontera, ordenarles a empleados que bajen hormigón caliente a mano de una maquia rota, los cuales terminaron con quemaduras y problemas en la vista. Hasta el momento no se han expresado oficialmente por el episodio, no han dado las explicaciones y según cuenta la familia de uno de los empleados lesionado hasta han sido “amenazados” por si hablan, comprando el silencio con algunos bolsones de comida y dinero.

Semanas mas tarde se encuentra con la desacertada decisión de haber continuado con el festival más grande de Villa Mercedes, pese a que había una alerta amarilla del servicio meteorológico, y algunos dirán es fácil con el diario del lunes hablar de haber suspendido el festival, sin embargo, ese día en Villa Larca, también se llevaba a cabo un festival el cual fue suspendido y reprogramado por el alerta, ¿Cuál es la diferencia entre intendentes? ¿sentido común?

No hablemos de situaciones anteriores como la del Refugio de Animales, o los cientos de pedidos de informe de su gestión que no han sido contestados, pero eso es otro tema.