Si bien la mayor parte de la actividad industrial tiene el visto bueno de parte del gobierno para volver a operar, en los hechos la puesta en marcha va a ser muy paulatina. Por un lado, cada empresa requiere un proceso individual de aprobación municipal y provincial, cuyos plazos todavía son una incógnita, pero además, se pondrá en marcha una nueva logística en las plantas y para los traslados. Para que la cadena de abastecimiento funcione, cada proveedor debe estar otra vez operando, al tiempo que la respuesta de los mercados (las ventas) es magra. Además, hay un enorme agujero financiero que todavía no se dimensiona en toda su magnitud. Esto quiere decir que la reapertura formal tardará unas cuantas semanas en ponerse en marcha y exigirá que el gobierno nacional ponga a disposición de las empresas herramientas financieras más potentes para evitar cierres y quiebras.
El levantamiento de la restricción más severa, que es la imposibilidad de operar, es el primer paso que dio el gobierno, en algunas actividades y regiones, en un camino que será muy largo hacia la “nueva normalidad”. Más allá de las particularidades sectoriales, hay una problemática horizontal que es la falta de plata por la ruptura de la cadena de pagos. Según cada rubro, entre el 30 y hasta el 60 por ciento de los cheques vienen rechazados. Es plata que se esperaba cobrar por ventas realizadas. Esto implica un deterioro de la relación proveedor-cliente, que la reanudación de la actividad requiere solucionar. La compra de materias primas para producir exige un esfuerzo financiero en un contexto de crisis total, con muchos sectores en donde ni siquiera se completó el 75 por ciento del salario no remunerativo, con deudas en alquileres, con los bancos y en servicios básicos. Página/12 relevó algunas particularidades sectoriales.
Autopartes
El sector autopartista es uno de los autorizados a operar en esta nueva fase de la cuarentena. “El decreto hace una recomendación. Pero la aprobación la otorgan los municipios y provincias. Las empresas vienen pidiendo autorizaciones desde hace varios días. Se presentan protocolos sanitarios y cada jurisdicción tiene su propia evaluación. Todavía hay muchas dudas porque en algunos municipios, como es el caso de Pilar, sólo permiten que vayan a trabajar los empleados que vivan en ese distrito, o sea, no quieren que haya mucha movilidad, lo cual es una fuerte restricción”, explican desde una empresa de peso de ese rubro.
Hasta ahora, en el sector sólo venían operando desde hace dos semanas un puñado de empresas radicadas en Córdoba y Santa Fe que exportan su producción. De todas formas, lo hacen a un 25 por ciento de su capacidad. Juan Cantarella, gerente general de la Asociación de Autopartistas (AFAC), explica que “si bien los comercios del mercado de reposición están trabajando, todavía no autorizan a los fabricantes, lo cual va a impactar en las importaciones en la medida en que se agoten los stocks”.
Calzado
“Nosotros todavía no tenemos ninguna empresa operando. En teoría, ahora empieza a abrir gradualmente. Cada fábrica tiene que presentar un pedido al municipio mostrando sus protocolos sanitarios. El Municipio lo debe mandar a Provincia y ahí se autoriza. Se están presentando planes para que las plantas no trabajen con más de un sector por día. En todos los casos, las empresas se van a encargar de trasladar a los empleados y no puede haber viajes de un municipio a otro”, cuenta Horacio Moschetto, secretario de la Cámara del Calzado. “Otro tema importante es que la actividad comercial sigue restringida a los comercios de proximidad, sin centros comerciales. Es decir, se espera que la demanda reaccione muy lentamente», agrega.
Automotrices
Las terminales automotrices también podrán retomar la actividad. Página/12 dialogó con Toyota, cuya planta se ubica en la ciudad de Zárate. “El decreto aprobó la reanudación, pero estamos a la espera de la reglamentación provincial. Tenemos previsto empezar al 50 por ciento, con un solo turno de trabajo en lugar de los dos turnos habituales. Vamos a tener un nivel alto de ausentismo porque hay personal de riesgo que no va a asistir y también hay que ver la situación de los proveedores. El primer anillo de proveedores estaría en condiciones, aunque no sabemos en qué están sus proveedores. Para el transporte, duplicamos los servicios para llevar y traer personal”, explican desde la empresa japonesa. Toyota exporta ocho de cada diez autos que produce en el país.