La sesión de ayer en la Cámara de Diputados, tuvo un candente debate sobre un proyecto de “declaración” por la desaparición de un vecino de La Toma.
Más allá del rechazo del bloque oficialista a declarar preocupación por la desaparición de Osvaldo Hernández, vecino de la toma que fue visto por última vez el 15 de mayo, la presidenta del bloque justicialista Gloria Petrino, trató de “necrófilos” y “sediciosos” a los diputados opositores.
Sin ponerse colorada, la diputada Petrino, tildó de “proyectito” como restándole importancia a la declaración de preocupación por las desapariciones en San Luis, la de Hernández no es la única, hace un año Guadalupe Lucero de 5 años también desapareció de San Luis. Para el kirchnerismo los desaparecidos en democracia no son una preocupación, o al menos da esa impresión.
Por estas ofensas infundadas de la diputada K, el diputado “Charli” Pereira pidió que la presienta del bloque oficialista se retracte o pida perdón por sus dichos, sobre la sedición, sim embargo lejos de arrepentirse siguió con su postura, lo que derivó en un pedido de sanciones que por supuesto el resto de diputados K votaron en negativo.
Luego de esto, el diputado Luis Lucero Guillet, pidió que la presidenta del bloque oficialista pida perdón por haberlo tildado de “necrofilos” un término que no solo es ofensivo si no que la diputada utilizó sin saber su definición correcta. La necrofilia según su definición significa “atracción que siente una persona hacia la muerte y hacia todos los aspectos relacionados con ella. Conducta sexual de la persona que tiene relaciones sexuales con cadáveres humanos; se considera una perversión” una palabra que en anda se asemeja o relaciona con las prácticas políticas.
Por ello la diputada debió pedir perdón luego de horas de debate, aceptando que no midió las consecuencias del uso de esa palabra.