Por:

Johana Gómez.

Referente provincial del PTS / Frente de Izquierda – Unidad.

La Policía de cualquier provincia “no te cuida”. Te puede detener y apareces sin vida en cualquier celda. Incluso te puede secuestrar y desaparecer. Así ocurrió, en su momento, con Florencia Magalí Morales, y ahora, así lo denunció Cristina Castro, la madre del pibe de la localidad bonaerense de Pedro Luro (Facundo Astudillo Castro) quien está desaparecido hace más de dos meses. Siempre hay silencio oficial de parte de los diferentes Gobiernos, y la Policía (toda) sigue “investigándose” a sí misma. ¿Chiste? No, realidad.

El 30 de abril, Facundo Astudillo Castro salió desde la casa de su madre, ubicada en Pedro Luro. Partió rumbo a Bahía Blanca, distante a 125 kilómetros. En la ruta, a la altura de Mayor Buratovich, fue parado por un grupo de policías bonaerenses, quienes lo habrían detenido bajo la excusa de que no tenía “permiso para circular”. Esa fue la última vez que lo vieron.

Hasta ahora no hay ninguna información o comunicación oficial sobre el caso, que cada vez trasciende más y va logrando romper el cerco mediático que desde hace más de dos meses se mantiene firme. De hecho, la madre de Facundo hoy está empezando a ser entrevistada por los grandes medios nacionales, pero se sigue manteniendo la “cautela” en ciertas empresas periodísticas sobre las muy cuestionables conductas de la Policía y los funcionarios bonaerenses.

¿Por qué para los máximos representantes del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires este caso no es importante? ¿Por qué Kicillof, Berni, Julio Alak (Ministro de Justicia y Derechos Humanos) y compañía mantienen un silencio ensordecedor sobre un hecho que, salvando todas las distancias y diferencias, tiene más de una semejanza con casos como el de Miguel Bru, Andrés Núñez, Jorge Julio López, Luciano Arruga e incluso Santiago Maldonado? Es más, ¿por qué el Gobierno de la Provincia de San Luis nada dice sobre las muertes en las comisarías del interior en el marco del coronavirus y las medidas de aislamiento?

La voluntad y decisión de instalar un discurso (falaz) que intenta convencernos de que las fuerzas de seguridad “nos cuidan” en medio de la pandemia, ¿puede mantenerse aún a costa de que más jóvenes caigan bajo las balas del gatillo fácil, aparezcan sin vida en las celdas de las comisarías e incluso desaparezcan como por arte de magia y no haya explicaciones para sus seres queridos? Evidentemente, no se puede esperar otra cosa que silencio y desinterés sobre este caso y todos los anteriores por parte de la casta política gobernante.

Tanto el Presidente de la Nación (Alberto Fernández) como los Gobernadores (entre ellos, Alberto Rodríguez Saá), para hacer cumplir la cuarentena, tomaron la peligrosa decisión de empoderar a las fuerzas represivas. El resultado de esta decisión política es trágica para cientos de familias del país.

Por eso, Facundo Astudillo Castro tiene que aparecer, con vida y ya. A casi 70 días de haber sido visto por última vez, inobjetablemente, el Estado es responsable de encontrarlo, al igual que es responsable por la muerte de Florencia Magalí Morales, por quien tiene que haber Justicia y ya, porque nadie se “suicida” en una comisaría.