Desde la presencialidad escolar hasta la producción en fábricas, pasando por lo que sucederá con los comercios; las propuestas de Nación, Ciudad y provincia de Buenos Aires difieren en muchos casos. El Presidente espera a concluir con la ronda de consultas con gobernadores y expertos para luego tomar una decisión.

En las próximas 48 horas habrá que definir las restricciones que, indudablemente, se deberán imponer porque el actual ritmo de contagios conduce al colapso sanitario. Las reuniones para definirlas no cesan. Este martes, el Presidente se reunió por videoconferencia con 12 gobernadores para analizar la situación epidemiológica y este miércoles el Presidente se encontró, via zoom, con mandatarios del centro y sur del país, con la presencia de Axel Kicillof y también el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. En un encuentro paralelo, las autoridades de Seguridad, encabezadas por Sabina Frederic, se reunieron con sus pares porteños y se definió que de 20 a 6 se cerrarán unos 20 accesos a CABA en la General Paz, para facilitar el control vehicular. También se alcanzó el compromiso de controlar más tanto las zonas gastronómicas como el tránsito de particulares no esenciales en sus vehículos.

Estos son los puntos clave que están sobre la mesa:

* Circulación. Se mantiene la restricción de 20 a 6 pero está en estudio si el fin de semana se extiende dos horas, de 18 a 6. Es para evitar las reuniones sociales, una de las claves de los contagios.

Comercios. El gobierno nacional y el de la Provincia de Buenos Aires barajan un cierre total por 15 días, pero quieren ver los números de este miércoles y jueves. CABA estaría a favor de dictaminar que no se puede atender más adentro, o sea, se vuelve a atender desde la puerta, nadie puede ingresar al comercio.

Shoppings. Por ahora, se extendería el cierre por otras dos semanas.

Construcción. Habría acuerdo en frenarla dos semanas, por la enorme carga que significa en la circulación. Al gobierno nacional esta variante no lo convence mucho: la construcción impacta fuerte sobre los puestos de trabajo y la pobreza.

Escuelas. El gobierno nacional estaría favor de volver a la presencialidad un par de días por semana y que el resto de las jornadas sean a distancia. El gobierno porteño aceptaría que la secundaria dicte clases a distancia, pero no quiere ceder en la presencialidad en los niveles inicial y primario.

Profesionales. Se insistiría en que todas las actividades profesionales –abogados, contadores, administrativos– regresen al home-office. Por supuesto que se mantendría esa situación en todo lo que tiene que ver con la actividad oficial.

Fábricas. Parece haber acuerdo en que se mantenga la producción, siempre y cuando el transporte de los trabajadores esté a cargo de la empresa o de los mismos trabajadores. El punto neurálgico es no recargar el transporte público.

Gimnasios. Hay enorme disgusto de los gobiernos nacional y bonaerense porque en CABA siguen funcionando los gimnasios en lugares cerrados. Habría insistencia en que eso se frene.

Aire libre. El concepto general es detener todo lo que signifique actividades en lugares cerrados y trasladar lo que se pueda a lugares abiertos.

* Accesos. Para controlar mejor los vehículos que van del Gran Buenos Aires a CABA y de CABA al Gran Buenos Aires, se repetiría un esquema que funcionó en 2020, cerrando ingresos sobre la Avenida General Paz, de manera que se concentre el paso en unos pocos accesos, por ejemplo, Puente Saavedra o Puente de la Noria. Los ingresos que se cerrarían son veinte, una cifra menor a la del año pasado. Por supuesto que los cierres serían en el horario de restricción, de 20 a 6, o el que se decida.

Uno de los acuerdos básicos a los que se llegaría es que hay que controlar. Hasta el momento, todos simulan que controlan, pero no hay verdaderas intervenciones, multas ni clausuras. Los intendentes son reacios a pagar el costo político que significa actuar con firmeza ante los incumplimientos, pero al mismo tiempo ven cómo se les llenan las terapias intensivas y tienen ambulancias dando vueltas durante horas sin conseguir camas. El acuerdo es que las autoridades porteñas van a controlar todo el área gastronómica y habrá retenes para verificar si las personas que transitan en autos particulares son o no esenciales.

El intendente de Tigre, Julio Zamora, tomó la decisión de cerrar plazas, polideportivos y el Puerto de Frutos por la enorme aglomeración de personas, algo que también tendrá que entrar en el radar: las actividades tienen que ser al aire libre, pero un ojo debe estar puesto en que no haya una cantidad descomunal de personas, sin distanciamiento. Aunque no se habló del tema, el concepto europeo y norteamericano de stay at home order (orden de quedarse en casa) o lock down (cierre), es decir la cuarentena de marzo de 2020, no está fuera del menú de posibilidades si los casos no bajan. Hoy el diagnóstico es conocido por todos: hasta la semana pasada se orillaba los 30 mil contagios y la previsión era que treparíamos a 35 mil o 40 mil. Eso no se produjo, pero mantenerse en los 25 mil actuales conduce indefectiblemente al desastre.