Quienes viajen al país deberán traer un test PCR negativo, como hasta ahora, pero deberán realizarse otro al llegar y un tercero a los siete días, ambos a su cargo.
Mediante una resolución que saldrá publicada mañana en el Boletín Oficial, el Gobierno resolvió suspender a partir del sábado los vuelos provenientes desde Brasil, México y Chile, los tres destinos que generan más preocupación por el tránsito fluido de argentinos y porque son foco de las nuevas variantes del coronavirus, más contagiosas y letales.
Además, los pasajeros que lleguen al país desde otros destinos deberán tener un test PCR negativo -como hasta ahora-, pero deberán realizarse otro test al aterrizar y un tercero a los siete días del arribo. Todos estarán a cargo del pasajero. Quienes den positivo en ese test al llegar al país, deberán aislarse junto a sus contactos estrechos en los sitios que indiquen las autoridades nacionales, también pagado con su bolsillo. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, adelantó que por el momento no están previstas restricciones a la circulación interna en el país, ni la vuelta a una fase anterior en la cuarentena.
La resolución administrativa de Jefatura de Gabinete que establecerá las nuevas restricciones es el resultado de las reuniones que se sucedieron durante toda la semana en la Casa Rosada buscando la mejor manera de ponerle un límite a la posibilidad de propagación de las nuevas cepas de la COVID-19 y estirar todo lo posible la llegada de la segunda ola de contagios.
La mira estaba puesta en los más de 7 mil argentinos que se encuentran en Brasil, pero también se vieron casos de la nuevas cepas entre los viajeros a México. Hasta ahora estaban cerradas las fronteras para el turismo a lo que ahora se decidió agregar todos los vuelos procedentes de Brasil, México y también de Chile, que registra un muy alto pico de contagios, que se suman al caso del Reino Unido, el único país que ya estaba vetado. Persiste la recomendación oficial de no viajar al exterior por lo que se establecieron restricciones adicionales.
Quienes resulten negativo en el test que se deben realizar al llegar al país, deberán aislarse diez días en sus domicilios y, a su término, tendrán que realizarse un nuevo test. Los viajeros deberán informar, además, dónde estuvieron los 14 días anteriores a su regreso. Adelantaron que el Gobierno controlará que cumplan con el aislamiento y si encuentran un incumplidor, será denunciado penalmente por violación a medidas contra epidemias y desobediencia a autoridad pública.