El ministro de Economía, Martín Guzmán, sigue firme en su convicción de sostener las variantes del modelo económico y no alejarse de las miradas de mediano y largo plazo. También insiste con su conocido perfil de articular con sectores del poder económico, algo por lo que es muy cuestionado del lado del kirchnerismo, que le pide «ir más a los barrios» que a las tertulias con Ceos. La participación del funcionario en el almuerzo del Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp), entidad que preside Daniel Funes de Rioja, fue el corolario de una semana en la que Guzmán recorrió los eventos del establishment más conservador.
Hace unos días, habló en un evento de energía organizado por IDEA y, días más tarde, expuso ante el pomposo Foro Llao Llao. Organizado por el empresario Eduardo Elsztain, dueño de IRSA y del hotel en Bariloche, habló ante Ceos como el líder de Mercado Libre, Marcos Galperín y su par Martín Migoya, de la empresa de software Globant.
«La verdad, estamos con problemas serios de inflación y de distribución, e ir a esos lugares en los que hay empresarios que no están colaborando en la estabilización, es por lo menos criticable», dijo a este diario un dirigente camporista. También le cuestionan, desde sectores sindicales, que no exponga con más firmeza críticas a los empresarios por precios y, sobre todo, que no avance con la ley para gravar la renta extraordinaria, que fue propuesta por el mismo ministro.
Estas posiciones críticas ya las habían expresado en público dirigentes políticos y sociales de peso, como el ministro de Desarrollo para la Comunidad bonaerense, Andrés «Cuervo» Larroque y el diputado y hombre de la CTA, Hugo Yasky. “Molesta ver a un ministro participando de un encuentro con los popes del empresariado, con ese círculo rojo, como le dicen, y que ese encuentro sea armonioso y amigable entre gente que marcha para el mismo lado”, aseguró hace unos días Yasky, en declaraciones al canal IP Noticias. Y agregó que «no tiene que ser así en un país donde todavía el asalariado espera que se caiga algo de esa famosa copa que se llena con la riqueza que después derrama”.
Asimismo, el legislador sostuvo que “está claro que el presidente Alberto Fernández está dispuesto a sostener las decisiones que toma Guzmán. Creo que el ministro tiene una tesis, que la ha repetido incansablemente, de tranquilizar la economía, pero la realidad es que desde que asumió este gobierno la economía no se tranquiliza”. “Estamos ya transcurriendo más de la mitad del mandato de un gobierno que tenía como premisa revertir la grave crisis de caída de poder adquisitivo”, concluyó.
Por su parte, Larroque fue más duro al expresar que «los que están construyendo la derrota son Guzmán, Kulfas y Moroni», en referencia a los titulares de Hacienda, Desarrollo Productivo y Trabajo. “Nosotros constituimos esta fuerza, lo convocamos a Alberto y ganamos las elecciones; tampoco es que Alberto se va a llevar el Gobierno a la mesita de luz, eso sería incorrecto. El Gobierno es nuestro”, afirmó el dirigente bonaerense. Señaló además que ”tuvimos una derrota catastrófica a nivel nacional y la lectura fue que hubo un triunfo… hay un entorno de pillos que bolsiquean permanentemente a Alberto. No hay albertismo”.