Los demandantes argumentaron que las leyes vigentes en el país sí aplican para las comunidades sexodiversas.

La Corte Suprema de Estados Unidos (EE.UU.) decidió que la ley protege a los transexuales de no ser discriminados en el lugar de trabajo. El fallo dado a conocer este lunes, incluye también a las minorías sexuales y representa un paso más en la lucha por el respeto a los derechos de la comunidad de lesbianas, gays, trans, bisexuales, intersexuales y queers (LGTBIQ).

En la sentencia del máximo tribunal estadounidense los magistrados que votaron contra la discriminación escribieron que “hoy, debemos decidir si una compañía puede despedir a alguien meramente por ser homosexual o transgénero: La respuesta está clara», pues la ley «lo prohíbe».

La Corte Suprema determinó que el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 prohibía la discriminación “por razones de género”, sin embargo, la administración del presidente Donald Trump, así como varios tribunales estadounidenses consideraban que era aplicable únicamente a la distinción entre hombres y mujeres, y vulneraban los derechos de las minorías por no explicitar la inclusión de la comunidad LGTBIQ.

De los 50 estados de EE.UU., solo en 23 de ellos y en la capitalina Washington DC, se han aprobado legislaciones en defensa de los homosexuales y transexuales; no obstante, la discriminación hacia la comunidad LGTBIQ era considerada legal en otros como Virginia Occidental, Tennessee, Misisipi y Texas, lugares que deberán aplicar ahora formas de protección para las minorías sexuales.

Durante el caso, los abogados de la Administración Trump aseguraron que las leyes de derechos civiles no concedían protección ni a transexuales ni a homosexuales; mientras, los demandantes argumentaron que estas leyes vigentes sí aplicaban a todos los seres humanos.

Desde el inicio de la presidencia de Donald Trump, en el 2017, el mandatario ha violado los derechos de las minorías sexuales, en función de mantener el apoyo de la derecha cristiana.

Con el reciente fallo, se espera que se pueda proteger a cerca de 8,1 millones de personas LGTBIQ en edad laboral, que no contaban con este tipo de leyes, refiere la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU).