La revista norteamericana The Nation destacó en un artículo el manejo de la pandemia que lleva adelante el presidente argentino Alberto Fernández, en comparación con otros mandatarios, puntualmente con el brasileño Jair Bolsonaro.
«Mientras que Fernández ha movilizado todo el poder del Estado durante la pandemia para preservar la vida humana, Bolsonaro ha respondido con un alegre rechazo, antagonizando a los profesionales médicos y saboteando los esfuerzos de la cuarentena, que, según él, reducirán a Brasil a una nación africana pobre», compara el periodista Jacob Sugarman. https://twitter.com/jakesugarman/status/1273617911106744324
En su artículo titulado «Jair Bolsonaro no es solo un peligro para la salud de Brasil», Sugarman destaca las distintas actitudes que tomaron el gobierno argentino y el brasileño para encarar esta pandemia. En varios momentos, destaca las respuestas de Fernández a la prensa en la que pondera la vida humana ante la amenaza por la covid-19.
Mientras el mandatario argentino anunciaba nuevas medidas para su ciudadanía, el artículo remarca que «la gente de Brasilia estaba experimentando un abandono de primera mano».
«Horas después de que Fernández pronunció su discurso presentando nuevas pautas de refugio en el lugar, el presidente Bolsonaro decidió comer un pancho en la capital de su país. Para entonces, más de 22.000 brasileños ya habían muerto a causa de la covid-19, y el país estaba emergiendo rápidamente como uno de los nuevos puntos calientes de la pandemia en todo el mundo. Un mes antes, cuando se le preguntó sobre el creciente número de muertos en la nación, Bolsonaro respondió : “¿Y qué? Lo siento, pero ¿qué quieres que haga al respecto?» Esa noche de mayo, fue recibido con gritos de «asesino» de los residentes locales.
Esta prestigiosa revista de los Estados Unidos, por otro lado, puso la mirada en la expropiación de la empresa Vicentin para lograr un «equilibrio social más justo». También remarcó la necesidad de un impuesto a la grandes riquezas como una medida «para redistribuir radicalmente los recursos».
Ante esto, contrapone con el manejo institucional que tuvo Brasil. «En abril, Bolsonaro despidió al popular ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, y explicó en ese momento : ‘La vida no tiene precio, pero la economía y el empleo deben volver a la normalidad’. El sucesor de Mandetta, Nelson Teich, renunciaría menos de un mes después en medio de las críticas del presidente de que no presionó lo suficiente para que la covid-19 fuera tratado con la droga cloroquina contra la malaria».
En cuanto a la ayuda económica que el Estado argentino brindó el pandemia, este artículo indica: «Los innumerables peligros de esta crisis no se pierden en Alberto Fernández. Junto con un segundo Ingreso Familiar de Emergencia de 10.000 pesos para personas de bajos ingresos, su administración ha introducido una línea de crédito sin intereses para trabajadores autónomos y monotributistas, la categoría impositiva inferior del país. Quizás de manera más significativa, se ha comprometido a enfocar las pruebas y el rastreo en vecindarios en riesgo como Villa 31, donde los números de casos confirmados han aumentado en el último mes«.