Era noche entrada cuando ayer sonaron los celulares y se puso en marcha el operativo hacia un basural de la localidad de Mayor Buratovich. Cristina Castro, la madre del desaparecido Facundo Castro, llegó junto a uno de sus abogados Luciano Peretto y se encontraron con uniformes de varios colores, entre ellos los de la Policía Bonaerense. «Me estoy guardando todos los links de los medios donde hablaste, cuando esto termine yo sé lo que tengo que hacer», le dijo el subcomisario bonaerense Pablo Reguillon al abogado Peretto, quien cerró así una áspera discusión a partir del cuestionamiento que hizo el letrado de la presencia de esa fuerza en un procedimiento de este caso, cuando ya hace varios días que fue apartada por la justicia. Así, la familia del joven pidió ante la jueza federal María Gabriela Marrón que «disponga los medios y diligencias necesarias para preservar la seguridad de las cosas y las personas que forman parte de la investigación».
Este episodio se produjo, además, luego de que el Comité de Desaparición Forzada de la ONU exigiera al estado argentino «una estrategia integral» en la búsqueda de Facundo , así como la implementación de «una serie de acciones urgentes con el objetivo de establecer el paradero del joven de 22 años, garantizar el debido proceso de la investigación y proteger a los testigos». En tanto, Página12 pudo saber que en las próximas horas está llegando un centenar de policías federales al partido de Villarino, en el marco del dispositivo federal de búsqueda de personas desaparecidas.
Cerca de las 17.20 de ayer el abogado Peretto recibió un llamado e insistentes mensajes por la aplicación WhatsApp provenientes del vecino de Pedro Luro Leonardo Poblete, quien le dijo que le habían avisado desde Mayor Buratovich que unos jóvenes que se encontraban deambulando por el “basurero viejo” de dicha localidad habían publicado en las redes sociales que habían encontrado restos óseos «de lo que a simple vista podrían corresponder a un humano», tal como quedó descripto en el escrito presentado ante la jueza federal. El abogado se contactó con ese vecino, y junto al concejal de Villarino Ariel Romero, y llegaron al lugar. Un patrullero de la Policía Bonaerense y una camioneta tipo Kangoo habían arribado antes que ellos, y Peretto les dijo a sus ocupantes que «debían retirarse de allí porque que la policía bonaerense se encontraba apartada de la investigación». Se produjo una fuerte discusión que ameritó que descendieran de sus vehículos un total de cinco efectivos policiales, entre ellos el subcomisario Pablo Reguillon y el agente Gonzalo Choque.
“Vos quédate tranquilo, que yo me estoy guardando todos los link de los medios en los que estás hablando y cuando todo pase yo se bien lo que tengo que hacer…», dijo Reguillón en presencia de todos. A pesar de la amenaza, Peretto tomó contacto con las autoridades de la fiscalía federal, a cargo de Santiago Ulpiano Martínez, para informarle que seguían llegando más y más efectivos y móviles de la policía bonaerense. Finalmente se fueron retirando por instrucción del fiscal. En ese momento llegó Cristina Castro acompañada por dos amigos, y mientras Peretto le contaba lo sucedido fueron llegando las fuerzas federales, «quienes se hacen cargo de la escena y descartan prima facie, luego, la existencia de restos humanos, pudiéndose adjudicar a alguna especie animal». Es decir, el operativo tuvo resultado negativo.
«Esto es informado a VS (Vuestra Señoría) para poder poner en su conocimiento la imperiosa necesidad de poder ordenar la constitución in situ de fuerzas federales que puedan acudir prontamente al lugar, toda vez los 120 Km que nos separan de Bahía Blanca, son demasiado en materia de tiempo que implica el desplazamiento, debiendo poner el cuerpo, la seguridad personal y todo lo que ello implica en procura de preservar una posible escena del crimen, la seguridad de testigos y familiares y cualquier otro posible y probable hecho que entenderá VS, el caso implica», escribió el abogado a la jueza Marrón. «Entendemos lo relatado como de una enorme gravedad institucional, de una enorme exposición personal de los allí implicados y que sin lugar a duda alguna nos coloca en la urgente tarea de minimizar las posibilidades de que vuelva a repetirse en el futuro, siendo ello probable porque frente a la hipótesis de que la desaparición forzada pudo haber operado en el Partido de Villarino, resulta a todas luces necesario VS disponga disponga los medios y diligencias necesarias para preservar la seguridad de las cosas y las personas que forman parte de la investigación», agregó.
Anoche los forenses de la Policía Federal determinaron que los restos calcinados encontrados no pertenecen a un ser humano. Desde Asuntos Internos dejaron trascender que el subcomisario Reguillón fue «rajado» de la fuerza, sin dar precisiones sobre su actual situación. Horas antes se había producido una importante movilización de vecinos y amigos en esa localidad del extremo sur bonaerense para acompañar a la familia Astudillo Castro en el reclamo de verdad y justicia para Facundo. Allí Cristina Castro envió un mensaje al ministro de Seguridad Sergio Berni al decir que «su policía entregue a mi hijo y diga dónde lo descartaron». La mujer también mantuvo una comunicación con un alto funcionario bonaerense a quien le exigió la producción de una medida de prueba fundamental para el esclarecimiento del caso, pero que aún no fue realizada ni en la causa provincial como tampoco en el fuero federal.