San Luis (LaNoticia) 13-07-16. Pareciera que en el Gobierno, ya sea el gobernador o alguno de sus colaboradores, gusta -o gustan- de llevar la contra al gremio de prensa.
Cuando comenzó su presente gestión, Alberto Rodríguez Saá tendió a llevar una buena relación con la prensa, al menos en cuanto a conferencias se refiere. Comenzó en la capital, con todos los medios aunque no fue a agenda abierta, sino solo los temas que el gobernador quería tocar. Luego fue en Villa Mercedes y más tarde en el Valle del Conlara con la misma temática que la primera.
En los últimos tiempos cambió el sistema y solamente se reúne con un grupo minúsculo de periodistas. Ya lo hizo una primera vez, que levantó polvareda en el gremio de la comunicación, sobre todo en las mujeres porque no había sido invitada ni una sola la primera vez. Pues allí vino la segunda, pero solamente con colegas mujeres, aunque también en un número minúsculo. Ayer, volvió a reunirse con muy pocos, y muchas caras repetidas, lo que seguramente indignará más a los colegas.
Y aseguramos esto, porque después de la reunión anterior, fueron muchos -pero muchos, muchos- los periodistas que pegaron el grito en el cielo porque quieren conferencias de prensa para todos y con agenda abierta, para preguntar lo que cada periodista desee. Así lo demostraron a través de las redes sociales, lugar que eligieron para dar a conocer su malestar por este sistema elegido por vaya a saber quién en el Gobierno.
Como es sabido, si a Alberto Rodríguez Saá la prensa le critica un funcionario, el gobernador lo aferra más a su entorno. Algo así como que le encanta ir contra la corriente.
En ese mismo sentido, esta nueva reunión, con la mayoría de las mismas caras que en las anteriores, indicaría que o el propio Alberto, o alguien de su entorno que le está manejando la agenda, redobla la apuesta a que son capaces de hacer lo que les plazca sin importar la crítica y más aún, mientras más se molesten los periodistas con algo que hacen desde el gobierno, tendrán como respuesta más de lo mismo.
Varios colegas protestaron y mostraron su angustia la vez anterior; solo resta saber qué harán con esta nueva `mojada de oreja´ que recibieron.
Carlos Rubén Capella
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