El nuevo vicepresidente de economía venezolano fue recibido con aprobación por las patronales comerciales, pero la oposición anunció que aplicará su mayoría parlamentaria para sancionar una ley que anule las expropiaciones de empresas y tierras.
El jefe del bloque opositor en la Asamblea Nacional (AN, Parlamento unicameral), Julio Borges, explicó que la norma identificará «premios e incentivos (…), desde el punto de vista de los impuestos, desde el punto de vista fiscal», a empresas y empresarios privados que permitan «un vuelco radical al sistema económico actual».
En este marco, el presidente de la AN, el opositor Henry Ramos Allup, se pronunció a favor de la vía de la enmienda constitucional para recortar el mandato del presidente Nicolás Maduro, y propuso además acompañarla de otras dos para reducir también el período del Parlamento y del Tribunal Supremo, de manera de emparejar la situación en todos los poderes.
«El plazo de seis meses que nos fijamos para buscar una salida constitucional, pacífica y electoral, que antes parecía muy apremiante, ahora parece más bien demasiado largo ante la dinámica y la agudización de la crisis por la que estamos atravesando en Venezuela», afirmó Ramos Allup en una entrevista con la agencia Efe.
El gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles, anunció a su vez que hoy presentará una hoja de ruta constitucional para cambiar el rumbo del país y enfrentar “la peor” crisis histórica política y económica de Venezuela.
“La mayoría del país quiere que Venezuela salga adelante, son unos pocos quienes quieren que esto siga igual y ese pequeño grupito lo que trata es de defender sus privilegios y no al país. Urge sacar a Venezuela de esta crisis, producto de un modelo que no da para más, que fracasó”, dijo el ex candidato presidencial opositor en un comunicado.
Los duros pronunciamientos de Ramos Allup y Capriles se conocieron pocas horas después de que Maduro nombrara al ministro de Industria y Comercio, Miguel Pérez Abad, como el nuevo vicepresidente de Economía en reemplazo del ministro de Economía Productiva, Luis Salas, quien apenas estuvo 40 días en el cargo.
«El ministro Luis Salas va a pasar a cumplir otras actividades en los equipos económicos directamente relacionados conmigo y he decidido nombrar al ministro de Industria y Comercio, compañero Miguel Pérez Abad, nuevo vicepresidente de Economía Productiva del país», explicó Maduro desde un Consejo de Ministros en Caracas.
Salas estaba coordinando una serie de proyectos para aumentar la producción de bienes de consumo, en medio de un prolongado desabastecimiento e inflación galopantes.
El nombramiento de Pérez Abad fue saludado por Fedecámaras, el principal nucleamiento patronal de Venezuela, como una «señal amigable» del gobierno.
«Tenemos que asumir que él (Maduro) quiere lo mejor para el país» y «ahora nos está dando como demostraciones de ello» con la designación de Pérez Abad, titular del gremio Fedeindustria, que aglutina a los pequeños y medianos empresarios, dijo el titular de la entidad, Francisco Martínez.
No obstante este apoyo patronal, la oposición continúa evaluando los mecanismos a seguir para lograr la destitución de Maduro y forzar nuevas elecciones.
Ramos Allup, una de las caras visibles de la ofensiva, consideró que la enmienda constitucional es la vía «más expedita, menos complicada» ya que se puede aprobar por mayoría simple de la Cámara y requiere posteriormente sólo la mayoría de los votos en una consulta popular.
«Para acabar con el argumento de que es discriminatorio acortar sólo el mandato del presidente, yo propondría tres enmiendas: una para recortar el tiempo del Ejecutivo, otra para hacer lo mismo con el del Legislativo y otra para el Tribunal Supremo. De este modo, iríamos todos a consulta de la voluntad popular, a ver quién supera ese escrutinio», subrayó.
Advirtió que, «dada la crisis terminal muy aguda que está atravesando el Gobierno venezolano», ha vuelto a reaparecer la posibilidad de un golpe de Estado por parte de sectores «nasseristas» en el seno de las Fuerzas Armadas.
«Hay un golpe de Estado a las instituciones y puede haber otro golpe de Estado militar de sectores castrenses, que no descarto que esté en curso, para derribar a todos los poderes por la fuerza», asevera.
El político socialdemócrata -secretario general de Acción Democrática (AD), que gobernó el país en diferentes períodos durante décadas en la segunda mitad del siglo XX no aprecia cosas «salvables» de los 17 años de chavismo con respecto a los 40 años precedentes, en su opinión, «los mejores de la historia de Venezuela en todos los órdenes».
«Qué sería salvable del chavismo para el futuro, la verdad no lo sé, programas sociales hubo siempre en Venezuela y además eran no discriminatorios, a nadie se le pedía una camisa o un carné del partido para acceder a un programa social o a un cargo público», aseguró.