El presidente de Colombia advirtió que no divulgará la totalidad de los textos acordados hasta ahora con las FARC en el marco del proceso de paz, en particular el relacionado con el tema de justicia hasta tanto no concluya la negociación.
La guerrilla de las FARC divulgó «Diez propuestas mínimas para garantizar el fin del conflicto» en Colombia, en paralelo a las conversaciones secretas con el gobierno que continúan en La Habana
«Yo no me voy a dejar presionar por algunos medios de comunicación, o de las propias FARC, o de los opositores del proceso, para publicar algo que no está totalmente terminado, porque sería una falta de responsabilidad», precisó el mandatario al referirse al acuerdo sobre justicia transicional dado a conocer el pasado 23 de septiembre en La Habana.
Tras comenzar el ciclo 42, aún en marcha, de este diálogo, la insurgencia objetó que la redacción del texto completo de ese tratado no haya aún finalizado.
«Ese acuerdo va a ser publicado, tengan la seguridad, y muy pronto, apenas terminemos esos poquitos puntos de los 75 que todavía necesitan alguna precisión», afirmó Santos, al intervenir en el Tercer Foro Urbano Nacional `Ciudades y lecciones: Una agenda para el posconflicto´.
«Parte del éxito en el proceso de paz es que hemos obrado con disciplina, rigor y responsabilidad y no romperemos esas reglas», añadió.
El jefe de Estado se refirió al tema de las víctimas incluido en la agenda que rige el proceso de paz, y que está relacionado con aspectos como justicia, verdad, reparación y no repetición.
«No hemos terminado el punto, hay todavía algunos vacíos, entonces yo no me voy a dejar presionar por algunos medios de comunicación, o por las propias FARC, o por los opositores del proceso, para publicar algo que no está totalmente terminado, porque sería una falta de responsabilidad», afirmó Santos.
Como parte de este tema, el gobierno y las FARC anunciaron un acuerdo sobre justicia «transicional», que regirá tanto para guerrilleros como para agentes del Estado una vez que se logre el acuerdo definitivo para poner fin al conflicto.
Ese pacto implica una serie de beneficios jurídicos a los que se podrán acoger miembros de las FARC, civiles, militares y otros agentes del Estado que hayan cometido delitos en el marco del conflicto armado.
Según el gobernante, «cualquier vacío, cualquier interpretación dudosa, lo que genera son más problemas».
El presidente recordó que los acuerdos alcanzados sobre los tres primeros puntos de la agenda, tierra, participación política y drogas y narcotráfico que las partes discuten en La Habana fueron publicados una vez estuvieron concluidos.
«No se divulga ningún texto de ningún acuerdo hasta que esté finiquitado, no se puede publicar cuando esté por la mitad, o cuando esté en un 90 por ciento», insistió.
El mandatario expresó además su confianza en que la paz en Colombia va a llegar a buen término. Y puso como ejemplo a las víctimas del conflicto, de las que dijo que muchas han encontrado más fácil el perdón que el común de la gente, porque se han empezado a reparar desde antes.
«Es que no hace falta esperar a que se silencien los fusiles para trabajar en la paz y eso lo aprendimos al estudiar otros procesos y el nuestro propio», señaló.
Santos recalcó que en este aspecto ha recibido una lección de vida. «Yo pensé que las víctimas eran más reacias a perdonar que el común de la gente, y resulta que encuentran más fácil el perdón y el cierre de sus heridas, sobre todo si han tenido un tipo de reconocimiento», admitió.
Por otro lado, la guerrilla divulgó «Diez propuestas mínimas para garantizar el fin del conflicto» en Colombia, entre ellas la transformación de los insurgentes en un «movimiento político» y el «desmonte del paramilitarismo».
Todas las propuestas difundidas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) están relacionadas con el punto tres de la agenda titulado «Fin del conflicto». Entre otros temas se refieren a la «normalización de la vida nacional y transformación de las FARC en movimiento político», al «cese bilateral de fuegos y de hostilidades» y a la «dejación de armas, entendida como su no utilización en política».
Los guerrilleros dijeron antes de iniciarse el contacto diario de las negociaciones en el Palacio de las Convenciones habanero que estas propuestas favorecerán a «la reconciliación nacional y la construcción de la paz estable y duradera».
Buscan además el «esclarecimiento y desmonte del paramilitarismo como contribución a la verdad histórica y garantía de no repetición», entre otros objetivos.