El Primer Mandatario se reunió con miembros de la comunidad, a un mes de la restitución del manejo al lonko Víctor Baigorria, dejando atrás años de hechos de corrupción y desidia por parte de funcionarios de la gestión anterior.
Todo cambió. En el pueblo situado sobre la Ruta Provincial N°27 se respiran aires de libertad y respeto. Atrás quedó la corruptela que opacó la compleja cultura ranquel. Hoy, son tiempos de celebración, progreso y desarrollo para los integrantes de la comunidad.
Por la tarde de este miércoles, el gobernador Claudio Poggi, acompañado por una comitiva gubernamental, visitó el Pueblo Ranquel donde fue recibido por el lonko, Víctor Baigorria, y los miembros de la comunidad.
“Gracias por permitirme venir a visitarlos. Me da mucho gusto poder compartir con ustedes, conversar, escucharlos”, manifestó el Gobernador, y añadió: “Mi objetivo es que ustedes sientan la tranquilidad de que no venimos a entrometernos, sí a evitar que les sigan robando y ayudarlos a trabajar y desarrollarse cómo comunidad”.
El Jefe de Estado, con anotador en mano, mantuvo una reunión con los miembros de la comunidad en la escuela. Allí, los vecinos le mencionaron, en absoluta libertad, los sinfines de inconvenientes y problemas que les generó la gestión anterior.
El Gobernador les explicó detalladamente el funcionamiento de la intervención, que tiene el objetivo de normalizar la situación política y jurídica del pueblo.
El pasado 27 de diciembre, el Primer Mandatario puso fin a una larga trayectoria de desmanejos en la comunidad, realizados por Sergio Freixes, autonombrado lonko, e inició un período de normalización a cargo de los verdaderos dueños.
El Pueblo Ranquel, que cuenta con alrededor de 60 personas, recuperó así no sólo sus tierras sino también su libertad y autonomía. “Se pasó la raya. Fue escandaloso como usaron una causa tan noble como el reconocimiento a las comunidades originarias para robarles”, señaló Poggi.
Actualmente, la comunidad posee campos de más de 65 mil hectáreas, con cabezas de ganado, y una laguna que durante tiempos pasados era de uso exclusivo de Freixes y sus amigos.
En cuanto a servicios, la comunidad cuenta con un centro de salud con ambulancia, dos enfermeros y un chófer, más distintos profesionales que vienen de Buena Esperanza. Falta de herramientas, suministros y personal, y las deficientes instalaciones sanitarias fueron los principales ejes que dialogaron.
En lo concerniente a la educación, tiene una escuela primaria y secundaria a la que asisten alrededor de 15 estudiantes, con docentes que van desde otras localidades. Al respecto, los vecinos solicitaron al Gobernador que se refaccione el edificio y se faciliten mejoras pedagógicas para brindar un futuro para los jóvenes que terminan la educación obligatoria.
Comunicaciones, potenciar turístico, transformación agropecuaria y proyecto del municipio, fueron otros ítems que conversaron.