«Ha desdibujado su perfil». Con solo cuatro palabras, Mauricio Macri movió sus fichas para posicionarse en el último movimiento técntónico de la interna de Juntos por el Cambio: el apoyo de María Eugenia Vidal a Horacio Rodríguez Larreta. El expresidente de la Nación, quien lo único que le falta para mostrar favoritismo por Patricia Bullrich es simplemente decirlo, se hizo eco de la reacicón de Cristian Ritondo -candidato en la boleta de Bullrich y exmano derecha-dura de Vidal- quien dijo estar «desilusionado» con la exgobernadora. «Tiene derecho a estarlo», añadió Macri, según consigna el portal digital Infobae.
No fue el único comentario contra la «leona», como la llamaban a Vidal cuando gobernaba el territorio bonaerense. «María Eugenia Vidal rompió la promesa que le había hecho a Patricia y a la sociedad de ser neutral. Es una gran decepción», apuntó a Juan Pablo Arenaza, el jefe de campaña de la precandidata presidencial. En una nota con Clarín, el vocero deslizó: «Vidal trabajó para no ser la empleada del mes de Larreta y finalmente lo terminó siendo».
«Está claro que me decepciona la decisión que tomó María Eugenia y se lo dije personalmente días atrás. Me sorprendió también porque ella había dicho que se mantendría neutral ya que era lo mejor para el espacio», agregó Ritondo, otro de los «heridos» por la decisión de Vidal.
La ex funcionaria porteña, luego gobernadora bonaerense y ahora diputada nacional por la ciudad, había sorprendido con la revelación de su próximo voto en las PASO. “Voy a votar a Horacio” porque “hoy es lo mejor para la Argentina”, dijo Vidal y pateó el tablero de aliados.