Unos 2.000 militares de 18 países, entre ellos Estados Unidos y Ucrania, participan desde este lunes en maniobras militares en la región occidental ucraniana de Lvov.
Rusia denunció que las maniobras militares conjuntas iniciadas ayer por tropas de la OTAN y de Ucrania en el Oeste ucraniano, atentan contra los intentos de paz y suponen un apoyo de carácter incondicional de la Alianza Atlántica a la política de Kiev.
«La Alianza debe ser consciente de que tales acciones alimentan los sentimientos revanchistas en Kiev y pueden minar los primeros signos de progreso en el proceso de paz» para un arreglo del conflicto con las rebeldes regiones del Este que apoyan los rusos, destacó en comunicado el Ministerio de Exteriores ruso.
Al respecto, la Cancillería rusa destacó que, además de ignorar «las posibles consecuencias negativas» de estos ejercicios, la OTAN «aumentó significativamente la escala y el número de tropas que participan, en comparación con el año anterior».
Agregó el comunicado de Moscú que «las maniobras conjuntas de las fuerzas de la OTAN y las Fuerzas Armadas de Ucrania (…) demuestran abiertamente que la Alianza ha tomado el rumbo provocativo de apoyar la política de las autoridades de Kiev en el Este de Ucrania», censuró.
El izado de las banderas de Ucrania y Estados Unidos, que aporta cerca de 300 soldados a las maniobras, dio inicio a las maniobras en el polígono militar Yavorov, en la región de Lvov, señaló la agencia de noticias EFE.
Además de unos 800 militares ucranianos, también toman parte en las maniobras unidades militares de Polonia, Lituania, Reino Unido, Rumanía, Bulgaria y Georgia, entre otros países.