La importancia de la innovación resulta crítica, no solo para aquellos que desean acelerar o sostener el ritmo de crecimiento económico de las ciudades, sino también para quienes alertados únicamente por la cantidad de bienes desean modificar el rumbo del progreso económico o concentrar su atención en mejorar la calidad de vida de la sociedad.
La innovación, el aprendizaje, la creación y aplicación de conocimiento científico-tecnológico constituyen una base sólida para el crecimiento y el exitoso desempeño económico de las empresas, los países y las regiones. Las capacidades tecnológicas que impulsan la innovación son la vía para mejoras competitivas sustentables y acumulativas para la colocación en los mercados de nuevos productos y servicios de mayor valor agregado, y para generar puestos de trabajos calificados, estables y con mejores salarios, generando así mayores y mejores beneficios sociales.
La innovación no es transitar a un nuevo paradigma tecnológico, sino hacer un uso efectivo, práctico y novedoso de las tecnologías disponibles para dar soluciones de problemas existentes.
En la medida en que la innovación se acelera, la tasa de cambio económico, social y político se acelera aún más; esto no escapa la forma de vivir y la convivencia de la sociedad, lo cual requiere necesariamente procesos de adaptación y cambio.
En este sentido las ciudades inteligentes y sostenibles, más que un sueño de futuro, son una realidad posible, pero sobre todo necesaria para enfrentar los desafíos que implica la creciente urbanización, donde sin duda las TIC juegan un papel preponderante por su capacidad de proporcionar soluciones que permean hacia las esferas económica, ambiental y social.
Una ciudad inteligente y sostenible es aquella que coloca a los ciudadanos en el centro del desarrollo, donde se busca promover un desarrollo integrado y sostenible, donde las ciudades se tornen más innovadoras, competitivas, atractivas y resilientes, mejorando así la calidad de vida de la población.
De esta manera, la Comisión de Ciudades Digitales y del Conocimiento de CGLU, define como inteligente a aquel territorio o ciudad que muestra un desempeño positivo en los seis ejes que se presentan en la siguiente figura
El reto para las ciudades es alcanzar niveles de “inteligencia”, mediante la utilización extensiva e integración de las TIC en aquellos sectores y actividades estratégicas como son la educación, salud, energía, agua, gestión de residuos, seguridad, economía, etcétera; todos ellos alineados a los principios de equidad, desarrollo sostenible e innovación, lo cual implicaría el crecimiento de la infraestructura y su eficiencia.
La administración de los gobiernos locales o municipios tienen un papel clave en este nuevo modelo de ciudad, por lo que deberá conocer cuáles son las tendencias y líneas estratégicas a través de las que evolucionarán las ciudades y cuales son los principales retos a vencer para llegar a ser una ciudad innovadora.
Y algunos de esos retos podemos detallarlos de la siguiente manera:
- El Consumo | Las ciudades innovadoras han de poder obtener el máximo conocimiento de las lógicas colaborativas y potenciar estrategias que fomenten nuevos modelos de negocio.
- La educación | Una ciudad innovadora ha de impulsar la divulgación abierta del conocimiento, generando mecanismos que promuevan que los agentes generadores de conocimiento lo compartan con otros expertos, y lo pongan al alcance de todos los ciudadanos interesados. Los agentes tienen que acercar este conocimiento a entornos educativos, sociales y empresariales, permitiendo nuevas formas de aprendizaje.
- El trabajo y la ocupación | Hacen falta nuevas habilidades transversales que a menudo se convierten en claves para la ocupación, normalmente se refieren a competencias básicas digitales. Las ciudades innovadoras son aquellas que impulsan la cultura digital de su ciudadanía, así como de su tejido empresarial como base de la inteligencia individual y colectiva.
- El ocio y la cultura | Los equipamientos culturales de una ciudad innovadora interactúan con el público y facilitan una oferta segmentada. Asimismo, la ciudad debe generar y facilitar herramientas a los generadores de cultura, ya sea incrementando la difusión y notoriedad.
- El transporte | La eficiencia del transporte en una ciudad innovadora pasa por impulsar estrategias de consumo colaborativo relacionadas con la sostenibilidad. Una buena planificación del sistema intermodal de transporte combinado, así como una distribución urbana de mercancías que aproveche todas las posibilidades de las nuevas tecnologías para obtener datos pueden mejorar la sostenibilidad en los núcleos urbanos.
- Energía, sostenibilidad y gestión urbana | El reto de las ciudades innovadoras es el de garantizar un espacio público útil para convivir y promover el bienestar y confort de su ciudadanía. Un espacio respetuoso con el medio ambiente y que contribuya en la lucha contra el cambio climático.
- Salud, bienestar y deporte | Las ciudades innovadoras tienen que facilitar un estilo de vida saludable y activo para sus ciudadanos, promoviendo la salud como elemento que garantice el crecimiento económico, el bienestar social y la calidad de vida.
- La producción y la creatividad | Las ciudades innovadoras facilitan el movimiento “maker” y propician un entorno de co-creación para su ciudadanía.
- El turismo | Una ciudad innovadora es aquella que consigue posicionarse como una destinación atractiva para los turistas con propuestas de valor. Al mismo tiempo utiliza las nuevas tecnologías para trabajar en la mejora del turismo intentando conocer intereses, necesidades y preferencias de los visitantes.
- La conciencia social | En una ciudad innovadora se estimula la participación ciudadana y la corresponsabilidad en los temas sociales. Mecanismos inclusivos que permitan a las personas colaborar y contribuir en la construcción de una sociedad mejor.
Pero así como existen retos, también existe algunos problemas que los ciudadanos deben evitar, y no son inconvenientes de orden técnicos, si no más bien de índole humano. El principal problema que tiene las ciudades inteligentes, son los intendentes mediocres, jefes comunales que se encuentran cómodos con cumplir solamente con el alumbrado, barrido y limpieza (ABL) y maquillan la gestión con algún event