Pese a la represión policial y el toque de queda, en al menos 40 ciudades, miles de personas continúan movilizadas exigiendo justicia por Floyd y repudiando el racismo en el país.
Las masivas movilizaciones en varios estados de Estados Unidos (EE.UU.), completaron este lunes siete días tras el asesinato del ciudadano afroamericano, George Floyd, a manos de un policía en la ciudad de Mineápolis, situada en el estado Minnesota.
Miles de personas han salido en varias ciudades del país para exigir justicia y el cese a acciones racistas contra los sectores minoritarios. Pese a las acciones represivas de miembros de la fuerza pública contra las jornadas de protestas, las personas continúan en las calles.
La indignación nacional por el asesinato de George Floyd, condujo a las autoridades políticas decretar el toque de queda en al menos 40 ciudades, donde figuran Miami, Detroit, Kansas, Seattle, Chicago, Portland, Philadelfia, Cleveland, entre otras, así como el despliegue de almenos 15.000 agentes de la Guardia Nacional en 15 estados.
Indignación nacional
En la ciudad de Minneápolis, estado de Minnesota, sitio donde ocurrió el asesinato, centenares de personas se concentraron frente al Congreso Local, donde desobedeciendo el toque de queda salieron con pancartas con el rostro de Floyd y con frases exigiendo justicia. El capitolio fue rodeado por agentes de la policía.
Durante la jornada denunciaron la acción de un conductor, quien embistió a los protestantes con un camión de cisterna, afortunadamente no hubo heridos ni fallecidos.
De acuerdo a medios locales, un hombre fue asesinado a tiros la madrugada de este lunes a manos de un policía en la ciudad de Louisville, estado Kentucky. Las denuncias ciudadanas esbozan que miembros de la autoridad empezaron a dispersar la movilización con gases y tiros, dejando como resultado 40 arrestos y un deceso.
El propio gobernador del estado Kentucky, Andy Beshear, reconoció que la policía usó armar de fuego en Louisville, «dada la gravedad de la situación, he autorizado a la Policía del estado a investigar de forma independiente el suceso», agregó.
Por su parte en la ciudad de Nueva York, miles de ciudadanos se tomaron los puentes de Brooklyn y Williamsburg, con pancartas que decían «sin justicia no hay libertad», logrando paralizar el tráfico en el puente de Manhattan. Durante la jornada se reportaron más de 100 detenidos.
En la noche del domingo, una gran concentración en la Casa Blanca exigió el derecho a la vida y repudió las acciones de racismo por parte del Ejecutivo y de la fuerza pública. Ante los ataques de la policía anti-motines, las personas se defendieron lanzando piedras.
Pronunciamiento internacional
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, lamentó lo sucedido y señaló que EE.UU. ha perdido el derecho de realizar comentarios a cualquier personas sobre los Derechos Humanos (DD.HH.)
«El papel que juega la discriminación racial arraigada y generalizada en tales muertes debe ser completamente examinado, reconocido y tratado adecuadamente», indicó Zajárova.
Por su parte, la Organización de Naciones Unidas (ONU), pidió a las autoridades mayor investigación no solo al caso de Floyd, sino a cualquier acto de discriminación en el país estadounidense, «el papel que juega la discriminación racial arraigada y generalizada en tales muertes debe ser completamente examinado, reconocido y tratado adecuadamente», añaden.
Asimismo, miles de ciudadanos londinenses se concentraron al frente de la embajada de EE.UU. en Reino Unido con pancartas exigiendo justicia por el caso de George Floyd, «No puedo respirar» «Sin justicia, sin paz», eran los mensajes.
El portavoz de la Cancillería Iraní, Seyed Abás Musavi, repudió la represión policial y el racismo predominante por parte de las autoridades contra la población, «detengan la violencia contra su pueblo, dejen que los estadounidenses respiren», aseveró.