Organizaciones sociales y defensa de los derechos humanos, familiares y víctimas sobrevivientes de la dictadura militar en Brasil entre 1964 y 1985, solicitaron ante el Supremo Tribunal Federal (STF) prohibir los actos conmemorativos en torno a la fecha, una iniciativa del presidente Jair Bolsonaro planteada en el Ministerio de Defensa.
Los denunciantes alegaron que el presidente “ironiza a las víctimas de la dictadura”, ya que “reiteradamente hace apología a la dictadura en lo cotidiano”.
Un informe de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV), entregado a la Presidencia del país en 2014, precisó que la dictadura cívico-militar dejó un saldo de 473 muertos y desaparecidos, además reveló que unos 377 agentes fueron los responsables de torturas y asesinatos.
Para la CNV, dicha celebración sobre la dictadura militar que duró 21 años “cuestiona la memoria y la verdad de esas historias trágicas que todavía son heridas abiertas en este país”.
Diferentes órganos del Estado rechazaron esta iniciativa presidencial, ya que representa un agravio constitucional que dará paso a celebraciones de dictaduras, caracterizadas por violaciones a los derechos humanos y crímenes internacionales, según el Ministerio Público Federal (MDF), la Defensoría Pública de la Unión, entre otros.
Movimientos y colectivos en defensa de la memoria, prevén realizar el 1 de abril próximo a las 16H00 (hora local) un acto en repudio a la dictadura militar, en el Centro de Operaciones de Defensa Interna (DOI-Codi) de São Paulo, conocido por ser el antiguo centro de detención y tortura durante este período.