La Policía cordobesa detuvo a una madre y a su hijo como sospechosos del asesinato de Pablo Villarruel, de 35 años. Un hombre fue apresado por encubrimiento. La víctima fue hallada sin vida en su departamento.
La Policía de Córdoba detuvo primero a una madre y su hijo, sospechados de ser los autores del brutal crimen de un carnicero registrado este miércoles en Río Segundo y luego a un hombre por encubrimiento.
Se trata de Claudia Marcela Gordillo, de 42 años, su hijo Ezequiel Altamirano, de 26, y de Oscar Francisco Miranda, de 46.
Los dos primeros están imputados por homicidio -en su poder hallaron un cuchillo y la billetera de la víctima-, figura que podría agravarse si se comprueba que lo silenciaron para ocultar un robo.
El comisario mayor Jorge Flores precisó que a la mujer y el joven les habrían hallado «elementos que los vinculan con el lugar del hecho lo que motivó a la fiscalía a demandar su detención».
La víctima era un empleado de supermercado local, identificado como Pablo Villarruel, de 35, oriundo de Río Ceballos que -por cuestiones laborales- se mudó a Río Segundo.
Villarruel fue encontrado este miércoles sin vida en su departamento, ubicado en la intersección de Canal Beagle y Neuquén, y fuentes policiales indicaron que habría sufrido un furioso ataque con un arma blanca en el cuello.
La mujer, quien se encontraba en Río Ceballos, fue contactada desde Río Segundo para que diera con su marido a quien no hallaban el miércoles por la mañana luego de que desde su trabajo intentaran contactarse con él en reiteradas oportunidades.
Cuando su esposa llegó, se encontró con el cuerpo yaciendo sobre un charco de sangre en el departamento.