Mientras el Gobierno amenazaba con desalojar el edificio con la Infantería, el secretario de Organización de ATE, Hugo Bellón, denunció que la administración central quiere que los call center sean manejados por empresas privadas y sentenció que “todos sabemos cómo se manejan las empresas privadas con las necesidades de la población: te ponen un disquito, no se soluciona nada y la población se muere, como en el caso de los electrodependientes, sin que nadie les dé una mano”.
Por último, advirtió que “no se pueden suplir las obligaciones del Estado con empresas privadas, que lo único que buscan es rentabilidad”.
Luego de esto, Aranguren dio marcha atrás con los despidos, los 140 fueron reincorporados a sus lugares de trabajo.