En una carta titulada «La Mano en el Fuego», el diputado Julio De Vido, que se encuentra detenido en la cárcel de Ezeiza, advirtió que en la Argentina «el Estado de derecho está roto o simplemente no existe» y, al denunciar que está preso en dos causas «sin juicio ni condena previa», habló de «hipócritas de uno y otro lado». «Estoy detenido sin juicio previo en dos causas por delitos que no están probados, y de los que nunca pude haber sido el actor por falta de acción», remarcó.
«Días anteriores a mi arbitrario e ilegal pedido de detención ocurrió algo que sin duda alguna tuvo una particular influencia en los medios y no dudo que también en el Congreso, fue cuando alguien dijo al ser consultado de mi gestión que no ponía las manos en el fuego por nadie salvo por su entorno familiar íntimo; todo muy simultáneo; todo muy coincidente; demasiado explícito», escribió De Vido. Se refería a las declaraciones de la ex presidenta Cristina Kirchner, quien el 11 de octubre fue consultada en una entrevista, sobre si ponía las manos en el fuego por su ex ministro de Planificación y respondió: «Las manos en el fuego no las pongo ni por De Vido ni por nadie. Las manos en el fuego, por mí y por mis hijos, por nadie más».
«En realidad yo no conozco a nadie, y usted lector seguramente tampoco, que ponga las manos en el fuego y no se queme, créame que Antonio Torquemada tampoco», manifestó, en una aparente referencia a Tomás Torquemada, el máximo impulsor de la Inquisición.
Agregó que «resulta difícil explicar tanta unidad, directa o indirecta, activa o pasiva» respecto a su desafuero, y apuntó: «La gente no come vidrio, la historia nos dirá qué pasó. Cada uno seguramente deberá hacerse cargo ante la historia de su voto y de su posición sobre todo ante el pueblo de la provincia de Buenos Aires».
Reiteró que está «preso sin juicio ni condena previa» y dijo que se trató de una maniobra para quitarlo del Congreso, sumada a un “circo mediático judicial impulsado por el Poder Ejecutivo» en una sesión donde increíblemente no hubo ningún voto” a su favor. «No se trataba de absolverme ni tampoco votar a favor o contra de mis fueros, que por otra parte, fueron violados sistemáticamente durante 20 meses sin que jamás interpusiera ninguna cuestión de privilegio en el recinto», se quejó al sumar a sus críticas al bloque del Frente para la Victoria-PJ, que no bajó al recinto durante la sesión en la que se votó quitarle los fueros.
A modo de conclusión, sentenció: «Si quieren saber dónde estoy, estoy donde estuve siempre, al lado de (el fallecido ex presidente) Néstor Carlos Kirchner, quien continuó y profundizó la obra de (el ex mandatario) Juan (Domingo) Perón, aquí estoy y estaré hasta el fin de mis días. Aquí estoy, seguro no me quemaré las manos».