El vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami presentó este martes una serie de pruebas sobre un plan desestabilizador para impedir la celebración de los comicios regionales del próximo 15 de octubre.
El Aissami aseguró que la activación de acciones violentas de calle, a partir del 10 de octubre (cinco días antes de las elecciones regionales), era una de las líneas del plan de sabotaje promovido por agentes de oposición.
«Tenemos pruebas de que la célula terrorista, llamada La Resistencia, están subordinadas a Voluntad Popular (partido opositor)», indicó El Aissami.
En una rueda de prensa, El Aissami indicó que el plan buscaba afectar el suministro de electricidad, agua, combustible y dinero en efectivo, a través de cajeros automáticos.
Los organismos de seguridad neutralizaron el plan e incautaron numerosa información y material estratégico, al igual que capturado a varios terroristas involucrados en la operación.
Uno de los detenidos fue Manuel Bernado Chacín Díaz, jefe de una organización terrorista que operaba en Chacao, estado Miranda, y uno de los principales responsables de los hechos de violencia ocurridos en el país el pasado mes de abril.
Chacín había sido instruido por Oscar Pérez, autor de un ataque terrorista contra el Ministerio de Relaciones Interiores y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en junio pasado.
El funcionario mostró los mensajes de texto enviados entre Pérez y Chacín para coordinar los ataques. Igualmente, El Aissami demostró que Chacín mantuvo conversaciones con el dirigente opositor Leopoldo López, quien cumple arresto domiciliario por delitos como instigación pública y daños a la propiedad.
El plan de sabotaje contra servicios públicos incluía la realización de un llamado trancazo el 10 de octubre, en el que se usarían explosivos para generar terror en la población, según confesó Chacín Díaz en un video.
El vicepresidente venezolano aseguró que no permitirán que estos grupos «vuelvan a enlutar a más familias venezolanas».