El presidente francés, Emmanuel Macron, se enfrentó este martes, en plena caída de popularidad, a una primera jornada de manifestaciones contra su reforma laboral y que pone a prueba su capacidad para transformar a la segunda economía europea.
Varios miles de personas comenzaron a salir a las calles en toda Francia contra este texto destinado a flexibilizar el mercado laboral, piedra angular de su programa para doblegar un desempleo que alcanza casi el 10 por ciento.
Reforma laboral
La reforma del código laboral es una parte fundamental de la agenda de Macron y el primer paso de una revisión más general del modelo social de Francia, que incluirá otros cambios mayores en las prestaciones de desempleo y las pensiones.
La reforma de Macron tiene como objetivo que cada empresa negocie la jornada laboral, para eliminar los convenios colectivos, lo que es criticado por darle todo el poder a los empresarios.
«No reformar a la Francia, sino transformarla. Lo lograremos».
Según el mandatario también favorecerá a la creación de empleos, debido que permite a las pequeñas y medianas empresas negociar entre ellas y no a nivel sectorial y así “adaptarse a la cartera de pedidos”.
Otro aspecto de la reforma es el impulso a la formación profesional de los “parados” y de los jóvenes, como también reforzar el seguro de desempleo que será extendido para los independientes.
El paro en Francia afecta al 9,5 por ciento de la población activa, frente a un promedio de 7,8 por ciento en Europa.
Busca también ganarse la confianza de sus socios europeos, que exigen desde hace años reformas estructurales en Francia.
Para imponer sus cambios, Macron optó por el método acelerado de ordenanzas, que impide el debate sobre el contenido y apenas da margen para votar a favor o en contra.
Claves de la reforma laboral
La reforma de Emmanuel Macron desarrolla la controvertida ley El Khomri, adoptada el año pasado durante el gobierno de Francoise Hollande y bautizada con el nombre de la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri.
También retoma elementos de llamada ley Macron, de 2015, preparada por el propio Macron, entonces ministro de Economía de Hollande.
De acuerdo al programa electoral de Macron el cambio a la lesgislación laboral constará de tres puntos
1. En las negociaciones sobre las condiciones laborales o los salarios, otorgará prioridad a los acuerdos alcanzados dentro de las empresas entre propietarios y empleados, por encima de los acuerdos sectoriales. Podrá someter estos acuerdos a referéndum, dentro de la empresa.
2. Establecerá un mínimo y un máximo a las indemnizaciones por despidos «sin causa real ni seria». El máximo dará seguridad a las empresas sobre el coste de los despidos y así incentivar las contrataciones.
3. Fusionará las distintas instancias representativas de los trabajadores en las empresas.
El mandatario francés propone también rebajas fiscales para empresas, inversiones en formación profesional, de la extensión del seguro de desempleo a la remodelación del sistema de jubilaciones.
El plan Macron responde a la ambición de transformar una economía que a veces se ha dado por irreformable. La ley laboral es el primer paso.
A pesar de as reuniones con sindicalista, la reforma laboral ha recibido fuertes críticas por parte de la oposición francesa, entre ellos Hollande que criticó la flexibilización del mercado de trabajo.
Los sindicatos franceses como la UGC y SUD expresaron su rechazo a la reforma laboral de Macron, por elo el llamado a marchar este 12 de septiembre contra la propuesta de Emmanuel Macron.