El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions anunció este martes que, por órdenes del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el proyecto Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), aprobado bajo la administración del antiguo presidente Barack Obama, ha sido resignado.
La suspensión de estee programa, que se encargaba de la protección a la deportación de cientos de miles de jóvenes migrantes, se hará efectiva en seis meses.
Asimismo, Sessions indicó que el fin del programa es para implementar las leyes de Estados Unidos, y especificó que «lo compasivo es acabar con esta anarquía, implementar nuestras leyes y si el Congreso elige hacer cambios en nuestras leyes, hacer eso a través del proceso establecido».
Esta decisión ratifica la postura antimigración, establecida por el Gobierno de Trump desde inicios de su gestión.
Tras conocerse ésta decisión, en la ciudad de Nueva York y en Los Ángeles, migrantes, jóvenes, padres de familia, organizaciones que defienden los derechos humanos, han salido a las calles a protestar en contra de este pronunciamiento, con objetivo de ir hacia las oficinas de emigración para que los apoyen.
La suspensión del programa se hará efectiva dentro de seis meses, específicamente el 5 de marzo de 2018 y el Congreso deberá estudiar las posibles alternativas y soluciones para regularizar la situación de los jóvenes indocumentados.