San Luis (LaNoticia) 07-08-17. Dicen que los casinos nunca pierden, a esta frase deberíamos agregarle que los supermercados tampoco, los clientes, siempre.
Un error puede existir, dos ya se hace más difícil, pero si ahora esos `errores´ se producen a diario y en todos los supermercados ya estamos hablando de políticas específicas de engaño al cliente basados en el famoso “si pasa, pasa”.
Hoy en día, en todos los supermercados de San Luis es común comprobar que existen dos precios distintos para el mismo producto: Uno en góndola y otro más caro en caja. Qué `casualidad´ -mejor dicho causalidad- el de caja siempre es más caro que el de góndola. Cuando uno hace el reclamos, la cajera manda a una compañera a verificar y allá viene la empleada con un `sí´, ante lo que la cajera `cambia´ el precio de caja y cuando uno mira el ticket observa un ítem `diferencia con góndola´, es decir que los supermercados han oficializado el curro. Si el cliente está atento, se queja y le cambian el precio, pero la gran pregunta sería ¿Cuántos clientes no están atentos en la caja y pagan el precio más caro? Esta avivada de los supermercados ocurre porque no tenemos un organismo que salga todos los días a controlar.
En Vea no nos salvamos
Un lector de La Noticia, nos hizo llegar una fotografía que acompaña esta nota, en la que se puede observar un cartelito que señala que en una publicidad el precio de un queso “DEBIÓ DECIR” un determinado valor.
El lector nos aseguró que ese cartelito “apareció mágicamente luego de que me vieron sacar fotos al `error´, es como que con un cartelito `salvaron las papas´, pero claro antes que yo cuántos pagaron más caro el producto”.
Aiello cada semana una trampa distinta
Este domingo, el súper de la `familia de San Luis´ puso un cartelito que aseguraba que toda compra superior a los $ 600 que se pagara con tarjeta de débito tendría un descuento del 15 % que hace el súper más un 5 % que hace el banco. Nada más que eso decía el cartel, pero a la hora de pagar, si uno está atento se percataba que el descuento era mucho menor que el 15 % y cuando se quejaba, el cajero le señalaba que en la promo no entraban “ni cárnicos ni azúcar ni aceites”, incumpliendo absolutamente con la Ley de Defensa del Consumidor que asegura que toda promoción debe ser clara y lo que no está aclarado no vale. Por esto hubo quien pidió se respetara el 15 % sobre toda la compra, pero tanto cajeros como gerentes se negaron. Con esto se pidió el Libro de Quejas, y se encontraron con una respuesta no ajustada a la ley, “no tenemos Libro de Quejas”.
¿Quién se va a hacer cargo en San Luis de defender a los consumidores ante los atropellos de los supermercados? ¿Nadie, porque estamos en la tierra de nadie?
Carlos Rubén Capella
lanoticiaensl@gmail.com