La Sala II de Cámara Federal confirmó la decisión del juez Sebastián Casanello de declararse incompetente para investigar a Mauricio Macri por lavado de dinero a raíz de su vinculación en el caso de los Panamá Papers. El tribunal consideró que lo que está bajo investigación no es ese delito, como se había denunciado, sino el de evasión y que por lo tanto el expediente debe tramitarse en el fuero Penal Económico.
La decisión judicial que favorece a Macri en plena campaña cierra el círculo que empezó a escribir Casanello al declararse incompetente y en cuyo trazo participó también el fiscal Germán Moldes cuando el caso llegó en apelación a la Cámara Federal porteña. El fiscal ante ese tribunal –uno de los promotores de la marcha que se realizó al mes de la muerte de Alberto Nisman- contradijo a su colega Federico Delgado y le dio la razón al juez de primera instancia en cuanto a que el hecho debe ser investigado como bajo la hipótesis de evasión de impuestos en el fuero Penal Económico y no como un lavado de dinero en el fuero federal.
Tras la denuncia de su vinculación con las empresas Kagemusha y Fleg Trading radicadas en Bahamas y Panamá que salió a la luz con los Panamá Papers, Macri comenzó a ser investigado por lavado de activos y por la omisión de incluir esas compañías en su declaración jurada. Tras un año de dilaciones y falta de colaboración de la Cancillería y de Brasil, donde había sospechas de movimientos millonarios de una de las firmas, Casanello se declaró incompetente para seguir adelante con la investigación por lavado de dinero.
«Desde el primer día dije que no había ningún delito en lo que se me endilgaba, que no tenía vínculos comerciales con esas sociedades, que no había sido accionista, que no había recibido ningún ingreso de esas sociedades (offshore), con lo cual no tenía que haberlas declarado, por lo que no hubo declaración maliciosa ni lavado de dinero. Me alegro que se haya terminado», se apresuró a festejar entonces Macri.
Delgado, sin embargo, apeló la decisión del juez. La consideró “prematura” e insistió en que era necesaria la recolección de «información internacional y de completar la local» para determinar si existió o no el delito de lavado por parte del Presidente.
Macri vuelve a tener motivos para celebrar: se lo dieron los camarista los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah, quienes ante la decisión de Moldes de desistir de la apelación que había realizado Delgado, convalidaron lo resuelto por Casanello.