Que en San Luis algunos accidentes se generen por animales sueltos en la ruta no es ninguna novedad.
En nuestra querida San Luis, una porción de la economía gira alrededor de la ganadería y, por otro lado, una de cada dos familias cuenta con -por lo menos- un animal de compañía (comúnmente gatos o perros).
Siempre está la desidia y la negligencia de los que abandonan a sus mascotas y lamentablemente esto lo hacen en lugares como caminos abandonados o sobre las rutas.
A ver estimado lector desde Clases de Manejo San José -clic acá para visitarnos en el Facebook-, según nuestra casuística vemos o hemos visto una infinidad de hechos graves, así por ejemplo hemos visto embestidas directas o realizar audaces y peligrosas maniobras de esquive del conductor que deriven en un siguiente siniestros.
A lo que decimos que hay básicamente tres tipos de escenarios posibles de atropellos:
– Aquellos que son ocasionados por el abandono de animales domésticos o mascotas,
– Los producidos por ganado errante que ha escapado de un campo aledaño a la ruta,
– Y el registrado por animales silvestres donde la construcción de nuevas viviendas o la ruta corta parte de su territorio.
Animales domésticos o mascotas
Los días más frecuentes de atropellos son las vísperas de feriados o los lunes, cuando un gran porcentaje de éstos se escapa de sus dueños o son dejados abandonados en lugares de recreación, y durante la noche o al día siguiente vagan sobre las rutas producto de la gran desorientación que les genera su cambio de hábitat.
Este tipo de incidentes (dado que es totalmente evitable), cuando ocurren, suelen generar consecuencias muy graves. Una de las situaciones más frecuentes se da cuando el animal ingresa a la ruta
Por otro lado, el cadáver del animal embestido puede ser un foco de polución o el desencadenante de una nueva tragedia.
Gran parte de la logística de los servicios de asistencia de las rutas concesionadas o que están cubiertas por el Ente de Control de Rutas demoran en enterarse y por ende éstos tardan en retirarlos de la calzada cuando se ha detectado su ingreso o juntar su cadáver una vez que ha sido embestido, tarea por demás desagradable.
En las zonas agrícolas ganaderas el choque más frecuente es contra el ganado vacuno, ovino o equino, que por su volumen suele generar verdaderas tragedias ya que ningún vehículo está preparado para soportar este tipo de impactos.
Por otro lado, por la altura, el animal se monta sobre el capot e impacta con mucha facilidad en el parabrisas, una zona muy débil desde lo estructural que genera lesiones directas sobre los ocupantes aún en impactos de baja velocidad.
Si bien la responsabilidad de que existan animales en las rutas es del dueño del campo al no guardar el recaudo suficiente para que estos no se escapen, pocas veces se penaliza. Puede ocurrir que el animal aparezca sin la marca respectiva siendo ésta arrancada instantes antes de iniciar la investigación.
Desde Clases de Manejo San José deseamos hacer el aporte en este tema, debido a que se puede mejorar la visibilidad de los animales en el caso de que estos rompan el cerco perimetral de los campos.
Debiéramos de decir a los dueños de los mismos que traten de colocarles una cinta refractiva en el cuello, en las patas o en la cola. De esta forma, en el caso de que estén pastando sobre la ruta, podrían ser mejor vistos por los conductores.
Y por último, los animales silvestres, suelen generar verdaderos daños ecológicos ya que muchas de estas especies se encuentran en peligro de extinción y la ruta les impone una trampa mortal a su forma de vida. Lagartos, mulitas pecarí y zorros son las víctimas más comunes en muchas zonas del interior de la provincia, generando daños a nuestra fauna, de una valoración incalculable y que además nunca se tiene en cuenta.
Una de las razones más comunes por las cuales se involucra un conductor en un atropello de animales es la naturaleza impredecible del animal en el instante previo a ser embestido.
Por otra parte, el 80 % de los accidentes contra animales se produce durante la conducción nocturna por la imposibilidad de verlo y contar con el tiempo suficiente para reaccionar y frenar antes de impactar.
Para concluir creemos conveniente desde nuestra autoescuela que siga estas recomendaciones.
Evite conducir de noche, los faros de su vehículo no le permitirán percibirlo y el animal lo tomará prácticamente por sorpresa.
Si no puede evitar hacerlo, pídale a su acompañante que se convierta en su copiloto prestando atención especial a ambas banquinas.
Si ve un animal sobre la banquina piense que instantes después puede estar sobre la ruta, levante el pie del acelerador, disminuya la velocidad y esté expectante para que no lo tome por sorpresa.
Si ve a lo lejos un animal cruzando la ruta piense que instantes después pueden cruzar muchos más. Extreme medidas de atención y disminuya la velocidad de su vehículo.
Si el animal se encuentra sobre la ruta no intente adivinar hacia qué lado avanzará para generar su esquive, esto suele ser impredecible. Disminuya la velocidad a paso de hombre, genere pequeños toques de bocina y avance cuando el animal se haya alejado