El dirigente de la derecha venezolana Juan Requesens, del partido Primero Justicia, reconoció durante un foro el plan para promover una intervención extranjera en Venezuela.
«Para llegar a una intervención extrajera tenemos que pasar esta etapa», dijo el derechista venezolano en referencia a las acciones promovidas desde abril, que han derivado en hechos violentos y vandálicos. Hasta el momento, más de 80 personas han muerto en medio de estos hechos y al menos 1.500 han resultado heridas en medio de estos hechos.
Diversos testimonios revelan que dirigentes de oposición venezolana han reclutado a jóvenes para emprender estas acciones violentas como forma de desestabilización al Gobierno de Nicolás Maduro.
De acuerdo con uno de estos jóvenes, diputados de la oposición han entregado drogas e implementos para hacer explosivos a un grupo de personas con el fin de llevar a cabo este plan violento.
Las protestas violentas de la oposición también se han caracterizado por crímenes de odio contra personas señaladas como chavistas (simpatizantes de la Revolución Bolivariana y el Gobierno de Nicolás Maduro). Siete jóvenes han sido quemados vivos por manifestantes.
Las autoridades venezolanas han denunciado el plan golpista de este sector y aseguran que son respaldados por fuerzas imperialistas desde Estados Unidos y en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) a través de su secretario general, Luis Almagro.