Antes ya había dicho que sus empresas «no efectuaron ningún pago en el exterior para otra cosa que no fuera soborno a alguien del país de origen. Ninguno, sin excepción.» Arribas lo denunció por falso testimonio. Pero, tanto la declaraciones como la documentación pueden haber llegado tarde para los fiscales que intentan que la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal reabra la pesquisa contra el funcionario.
Leonardo Meirelles, el «arrepentido» brasileño, entregó a la justicia de Brasil copias de las 4000 transferencias bancarias que completó por años para Odebrecht y otras empresas investigadas en el Lava Jato, y entre ellos, los giros que hizo para el titular de la AFI y amigo del Presidente, Gustavo Arribas por un total de US$850.000.
Según Hugo Alconada Mon, lo confirman fuentes tribunalicias brasileñas y fue a pedido de los fiscales argentinos. Ocurre que «condenado por su rol como cambista ilegal de grandes empresas brasileñas, Meirelles logró reducir su tiempo tras las rejas al convertirse en un «delator premiado» en Brasil. Pero ese acuerdo que firmó lo obliga a colaborar con los fiscales de ese país o de cualquier otro que lo pida y aportar la documentación que le requieran, con el riesgo de volver a prisión si se niega a colaborar, no cuenta todo lo que sabe o miente».
Se trata de las transferencias bancarias que realizó, según confesó desde sus sociedades «pantalla» y siempre con fines delictuales: «pagar coimas, lavar dinero o evadir impuestos».
Ahí figura la que completó en septiembre de 2013 a nombre del actual jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas. Es decir, los giros que Meirelles había adelantado a los investigadores argentinos el 11 del mes pasado, cuando declaró por videoconferencia desde San Pablo.
Aunque la documentación puede haber llegado demasiado tarde para los fiscales Rodríguez y Delgado, según continúa explicando el periodista, que intentan que la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal reabra la pesquisa contra Arribas.
Ocurre que el funcionario, que negó siempre cualquier vínculo con Odebrecht o con el Lava Jato, logró que el juez federal Rodolfo Canicoba Corral lo sobreseyera sin esperar las respuestas a los exhortos que el propio magistrado había ordenado a Brasil y Suiza ni otras medidas de prueba, y luego (el 04/05), el fiscal general ante la Cámara Federal porteña, Germán Moldes, desistió a último momento de mantener la apelación de Delgado, por lo que los camaristas confirmaron el sobreseimiento. Entonces Rodríguez apeló a Casación, en un último intento por reabrir y completar la pesquisa. Lo definirá ahora la Sala III.
En tanto, Meirelles pasó de testigo a acusado. Arribas lo denunció por falso testimonio y le añadió otra acusación por presunto cohecho, a mediados de mayo, y una semana después el fiscal Jorge Di Lello impulsó la acción.
Ya en la declaración por videoconferencia, Meirelles aclaró: «Mis empresas no efectuaron ningún pago en el exterior para otra cosa que no fuera soborno a alguien del país de origen -replicó Meirelles-. Ninguno, sin excepción.»