San Luis (LaNoticia) 20-02-17. El Presidente utilizó su paso por San Luis más como parte del marketing que el deseo de acercarse al pueblo.
Todo, absolutamente todo estuvo planificado desde Buenos Aires. Lo único que faltó para completar la planificación, fue la presencia del gobernador Alberto Rodríguez Saá quien explicó que no participó de los actos con Macri, casi casi porque se sintió usado, puesto que aseguró que no lo invitaron sino que le dijeron, desde Protocolo de Nación, lo que tenía que hacer cuando el Presidente llegara.
Durante su presencia, inauguró la nueva planta de efluente cloacales comenzadas en épocas en que Argentina era gobernada por Cristina Fernández de Kirchner, épocas en las que el intendente Enrique Ponce era -o decía ser- kirchnerista. También visitó una vivienda del barrio 500 Viviendas Sur, también planificada desde Protocolo bajo absoluto secreto; secreto que se filtró desde las esferas policiales de San Luis, quienes tenían toda la actividad presidencial para custodiar cada paso que diera. El `filtrado´ llegó a colegas que tienen estrecha relación con la policía local, quienes concurrieron al lugar y lograron entrevistar a Macri cuando salió de la vivienda, lo que produjo una indisimulable molestia al Presidente.
En el único lugar donde habló en público y ante la prensa, fue en el Centro de Jubilados Nacionales de calle Pringles entre Colón y General Paz. Allí habló a un centenar de jubilados previamente `elegidos´ por su simpatía hacia Cambiemos, algo que se notó completamente cuando ingresó Macri al salón y los jubilados a coro gritaron “Sí se puede, sí se puede” eslogan de campaña de Cambiemos.
En el momento de las palabras, Macri aseguró que Ponce le había dicho que “hacía 60 años que no venía (a San Luis) un Presidente a inaugurar una obra”. Es raro que Ponce no le haya comunicado que hace muy poco vino Cristina Fernández a San Luis a inaugurar una planta de chacinados, que si bien no es una obra pública lo que inauguró, sí fue la presencia de un Presidente y una inauguración que deja atrás aquellos 60 años.
A continuación, Macri se apartó de la verdad y la sorpresa fue que ni Ponce ni ninguno de sus funcionarios que lo acompañó lo corrigió. Sobre la inauguración de la planta de efluente cloacales fue parte del “Plan Nacional de Saneamiento y Agua Potable que hemos lanzado en todo el país”, cuyo objetivo es llegar con “100 % de agua potable en poblaciones urbanas y que 3 de cada 4 habitantes tengan cloacas”.
También habló sobre la Reparación Histórica para los jubilados, que aseguró “llegó a un millón” de ciudadanos y aspiran a que llegue “a otro millón muy pronto”.
`Olvido´ de Ponce
Sorprendió mucho que el intendente capitalino Enrique Ponce no defendiera, como lo hizo durante sus primeros cuatro años de gestión, al “modelo nacional y popular; a Néstor y a Cristina”. Durante esos cuatro años, cada vez que hablaba, que daba un discurso, Ponce hablaba del “modelo nacional y popular; de Néstor y de Cristina”, por lo menos una vez cada párrafo por medio. Desde diciembre de 2015, parece haberse olvidado de sus orígenes que lo llevaron a ocupar el sillón de Belgrano y Rivadavia.
De hecho, en el Centro de Jubilados, Macri se dio acreditó como propia la obra de la planta cloacal, cuando la realidad -ni siquiera el relato K- muestra que dicha obra se gestionó durante el gobierno de Cristina Fernández y se completó bajo el gobierno de Macri. De hecho, si van a dar crédito político a la obra, bien sería que se diera mitad y mitad. Por ahí, casi como defendiendo a Macri, algunos -de esos que alguna vez dijeron ser K y amaban a Néstor y Cristina- llegaron a mostrar como `justificación´ que “Macri puso más dinero en la obra que Cristina”. Nada más cerca de un relato peronista, puesto que ni Cristina ni Macri pusieron los fondos, puesto que son dineros públicos puestos por cada argentino que paga sus impuestos. Tanto Cristina, como Macri, como quien esté en el Gobierno, tienen la obligación de hacer estas obras por el bien del pueblo.
Desprecio por la prensa
En esta visita, Macri demostró un indisimulable desprecio hacia los trabajadores de prensa de San Luis, como si fuéramos unos `paisanitos´ a los que dedicarle unos minutos para responder inquietudes fuera una pérdida de tiempo.
En primer lugar, en la inauguración de la planta cloacal, directamente se prohibió el ingreso de la prensa. En la visita a la familia del barrio 500 Viviendas Sur, directamente fue una visita en secreto total, y si hubo tres periodistas presentes, es porque la policía local les filtró el dato. Donde desde un principio se aseguró que la prensa podía ingresar y hasta se había dicho que se podría hacer preguntas, en el acto del Centro de Jubilados, pero solo se cumplió la primera parte, porque la prensa pudo entrar, pero solo se pudo colocar en un corralito a tal efecto y cuando salió del acto, nos acercamos a un pasillo lateral por donde iba a pasar, pero nos `desayunamos´ con que habían puesto una valla en el lugar que nos dejaba a unos cinco metros del presidente. Cuando apareció por la puerta que da al pasillo, a coro la prensa le gritó `Presidente, Presidente´ intentando llamar su atención para que volviera sobre sus pasos y realizáramos una pequeña conferencia de prensa, pero al mejor estilo `sordo´ ni se dio por enterado de los gritos y se fue como vino.
Carlos Rubén Capella
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